La era multicloud ya lleva tiempo entre nosotros. La nueva normalidad supone que, de media, las empresas estén utilizando 11 plataformas y servicios diferentes. Un montante suficientemente elevado como para poner sobre la mesa muchos desafíos y problemas.
Hablamos de entornos multicloud cuando en las empresas se están utilizando diferentes nubes para el desarrollo de negocio. Cloud pública, privada o híbrida de diversos proveedores que administran a su manera los servicios que ofrecen. Realidades paralelas que a veces chocan.
Los beneficios del multicloud los tenemos claros. A grandes rasgos podemos hablar de flexibilidad, agilidad o versatilidad para el desarrollo de diferentes servicios, aplicaciones o procesos. Unas ventajas que las compañías tienen claras; el 30% espera seguir aumentando el gasto en nube en los próximos 12 meses, según una encuesta realizada por Boston Consulting Group (BCG).
Sin embargo, estas inversiones requieren de planificación, definición y estrategia para que funcionen. Por ello, vemos los retos más importantes de los entornos multicloud:
Ordenar la complejidad multicloud
La democratización de la nube ha hecho que su acceso sea cada vez más sencillo. Podemos desplegar infinidad de servicios cloud en cuestión de minutos.
Sin embargo, esto debe ir acompañado de una estrategia bien definida y construida. Sin ella, el caos en los entornos multicloud está asegurado. Y salir de esta situación puede requerir de mucho tiempo, esfuerzo e incluso, dinero posteriormente.
Por ello, es altamente recomendable que todos los despliegues en entornos multicloud tengan unos patrones similares. Estándares corporativos que estén bien documentados para que se pueda acceder a ellos en caso de necesidad.
Gestión del dato, la gobernanza
El activo más importante para las empresas debe estar bien administrado para que pueda ser todo lo valioso que debe. Y eso en un mundo con diferentes repositorios, contenedores y nube es todo un reto.
En este sentido, la gobernanza de los datos adquiere su máximo protagonismo. Las metodologías que garantizan que esos datos estén en las condiciones adecuadas para su uso son un desafío. Conseguir evitar que los datos no estructurados sean la mayoría y que permitan sacarle todo el jugo posible.
Sin una buena gestión del dato, se pueden dar problemas de sincronización, duplicación y acceso a la información.
Cumplimiento normativo, más importante que nunca
Atender a las diferentes reglas en el territorio de actuación será fundamental tanto para el proveedor como para el cliente final.
El cumplimiento normativo es un área en plena efervescencia (y oportunidad para el canal TI) y no es para menos. Con todas las directrices, especialmente europeas, que se están apareciendo, estar al día en materia normativa es un reto en sí mismo.
Conectividad y rendimiento
La creciente adopción de la nube ha puesto de manifiesto la importancia de una conectividad ágil y escalable que haga posible aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece esta tecnología, según explican en DE-CIX.
Por tanto, es crucial contar con una conectividad adecuada. Actualmente, las empresas sólo se dan cuenta de que el ancho de banda es insuficiente cuando los flujos de datos entre su propia sala de servidores y los centros de datos externos son lentos. En el contexto de su propia estrategia de negocio, el 29% de las empresas necesita mejorar urgentemente su propia red con la nube, como muestran las últimas cifras de IDC. Y es que aunque una alta latencia desempeña un papel menor en las aplicaciones de uso diario en una oficina, las máquinas, robots y sistemas controlados de forma inteligente son bastante menos tolerantes en este sentido.
Según los investigadores, el 14% de las empresas espera que su propio uso de la nube se vea cada vez más influido por la conectividad y las redes. Y el 22% de los encuestados por IDC afirma que el rendimiento y la latencia son sus principales preocupaciones a la hora de utilizar la IA en la nube.
Equipo formado
Otro de los grandes retos del multicloud es que los equipos entiendan su funcionamiento. Con cada hiperescalador y proveedor actúan de una forma, es complicado tener un conocimiento amplio de cada entorno y fácil perderse en la dispersidad de opciones.
Nuevamente, la especialización tanto en el partner como en el cliente es esencial. Contar con certificaciones y formaciones que acrediten la valía del equipo es indispensable, pero más aún tener a esos profesionales siempre actualizados.
A más nubes, ¿más gastos?
El control de costes es un nuevo reto en los entornos multicloud. Saber cuánto nos está costando cada despliegue o almacenamiento y poder escalar para ampliar o reducir la capacidad es fundamental para optimizar estas inversiones.
Si pensamos con lógica podemos concluir que a más nubes y servicios cloud, más costes. Sin embargo, no siempre esta es la realidad y puede que creando diferentes espacios cloud en entornos preparados para ello, nos ayude a ahorrar unos euros.
Seguridad y seguridad
Ninguna conversación tecnológica puede acabarse sin hablar de seguridad. Con mucha relación con todos los puntos anteriores, la seguridad es un reto más crucial en los entornos multicloud.
Establecer pautas de trabajo para garantizar la privacidad y protección de los datos utilizados es tan solo el primer paso. También se deben vigilar las infraestructuras sobre la que corre toda esa información y los desarrollos que se hagan.
Y como la seguridad 100% es una utopía, el desarrollo de cualquier estrategia multicloud requiere a su vez, un plan de incidentes. Tener una política para responder ante un ciberataque (backup, gestión de brechas, riesgos…) y poder bloquearlo en el menor tiempo posible.