Los principios de la Industria 4.0 hace que los conocidos como Sistemas MES (Manufacturing Execution System) cobran protagonismo. La digitalización de este sector está motivando el uso de estas herramientas.
A diferencia del «tradicional» ERP (al que en realidad complementa) que normalmente está orientado a tareas de planificación empresarial, los sistemas MES ponen el foco de atención en la planificación de la producción y por tanto en el producto, ayudando a los responsables de una fábrica a tomar las mejores decisiones dentro de la planta. Estos sistemas a su vez también se relacionan con otros relacionados con la industria 4.0 como pueden ser SCADA o PLC, orientados en este caso al control de procesos.
El objetivo final no es otro que aumentar la eficiencia de la planta de producción, reduciendo costes, mejorando la productividad y aumentando la trazabilidad y la calidad de los productos que se entregan al cliente. MES supone en realidad el último hito en la evolución del control de la producción en las fábricas y en cómo se capturan los datos que se producen. Una historia que arranca en el siglo XIX con el uso del papel y el boli, pasa en el siglo XX al uso de hojas de cálculo como Excel y al más completo ERP y en los albores de esta cuarta revolución industrial, se materializa en un sistema que frente a los anteriores presenta ventajas como la ausencia de errores de tipificación o de cálculo y el ofrecer información de forma centralizada.
¿En qué se diferencia de un ERP?
El ERP nace con el propósito de integrar información financiera, comercial y administrativa de una compañía con la información que puede provenir de una una planta de producción, mientras que MES ha sido desarrollado desde cero para procesar la información que se genera dentro dentro de la planta. Encontramos en este sentido diferencias en cómo se capturan y procesan los datos; pero también incluso en cómo se consume posteriormente la información.
En el caso del ERP habitualmente la captura de datos continua siendo manual, ya que normalmente es el operario o técnico el que introduce la información en un terminal, lo cual aunque es una metodología ágil, no está exenta de fallos humanos. En el caso del MES la captura de de información proviene directamente de sensores IoT, por lo que la fiabilidad del dato está garantizada.
Una vez capturada la información, en el ERP se procesa dentro del propio software de gestión para para su interpretación posterior. Por sus características, el MES añade a esto capacidad para gestionar y explotar grandes cantidades de datos (Big Data) y sobre todo procesarlos y consumirlos en tiempo real.
Hemos visto cómo un MES tiene capacidad para reducir costes y aumentar la eficiencia de la planta. ¿De qué forma? Partimos de la premisa de que para reducir costes es necesario medirlos y para ello, capturar la información. La información que no se captura, sólo puede estimarse, lo que reduce la calidad de la medición.
Aquí el MES captura la información de forma directa y donde se produce, asegurando fiabilidad y precisión. Una vez ha capturado información , el sistema gestiona y explota la información de costes, unificándola con el resto de la organización, configurando una potente herramienta de contabilidad analítica.
Para aumentar la eficiencia de la planta, primero es necesario medir la eficiencia actual. Además, es necesario conocer cuáles son los puntos clave de mejora, para lo cual hay que medir de forma pormenorizada todas las causas de pérdida de eficiencia.Un Sistema MES es capaz de identificar las pérdidas de eficiencia, clasificarlas y categorizarlas, así como de analizar dicha información para mejorar la toma de decisiones.
Características principales
Teniendo lo anterior en cuenta, pasamos a considerar qué características debe cumplir un Sistema MES para que tenga sentido desplegarlo en una planta industrial. Fundamentalmente contamos con las siguientes:
- Ejecutar órdenes de producción: normalmente esas órdenes se originan en los pedidos formulados por el departamento comercial. Además de informar al técnico de las órdenes pendientes, debe ser capaz de ayudar al director de producción en la planificación y priorización de la producción.
- Medir costes reales de producción: un sistema MES conecta cada orden de producción con el centro productivo asignado, los recursos humanos necesarios y la materia prima que se precisa para completar dicha orden. De esta forma, el sistema es capaz de calcular en tiempo real el coste directo de cada orden.
- Calcular el OEE: El OEE, que significa «Overall Equipment Effectiveness» es una métrica utilizada en la gestión de la producción y la manufactura para evaluar el rendimiento global de los equipos de una planta o línea de producción. Esta métrica proporciona una visión integral de la eficiencia operativa, teniendo en cuenta varios factores clave que afectan la productividad, como pueden ser la disponibilidad (paradas, averías, configuración…) el rendimiento ((cantidad de piezas realmente producidas por la cantidad de piezas que se podrían haber producido) o la calidad (piezas buenas producidas por el total de piezas producidas)
- Reaccionar a los eventos: Al disponer de toda la información en tiempo real, los usuarios son capaces de tomar acciones preventivas y/o correctivas en función de la nueva información, pudiendo anticiparse a los eventos futuros. Además, la información capturada por los sensores y explotada por el Software MES se propaga por el resto de la Organización y retroalimenta el resto de sistemas y procesos.
- Conectividad e integración: un sistema MES efectivo debe ser capaz de integrarse sin problemas con otros sistemas en la empresa, como sistemas de planificación empresarial (ERP), sistemas de control de producción, sistemas de gestión de calidad, etc. La capacidad de intercambiar datos de manera eficiente y en tiempo real es crucial para la toma de decisiones informada.
HPE ProLiant Gen 11 en la Industria 4.0
Para poner en marcha un sistema MES en una industria, es necesario contar con la infraestructura TIC adecuada. Los servidores HPE ProLiant Gen 11 con procesadores AMD de cuarta generación, se presentan como una de las opciones más sólidas del mercado para desplegar este tipo de sistemas.
Conocidos por su gran rendimiento, estos servidores ofrecen la potencia necesaria para manejar grandes volúmenes de datos en tiempo real, esenciales para la ejecución eficiente de un sistema MES en entornos de manufactura. La escalabilidad es una de sus características clave, permitiendo ajustar recursos como CPU, memoria y almacenamiento según las necesidades de la carga de trabajo MES. La gestión remota avanzada, facilitada por características como HPE Integrated Lights-Out (iLO), asegura la administración y monitorización eficientes del servidor desde ubicaciones remotas, optimizando la disponibilidad y facilitando el mantenimiento sin intervención física.
La confiabilidad es una prioridad, siendo los servidores HPE conocidos por su estabilidad operativa. Esto es esencial para garantizar que el sistema MES funcione sin interrupciones, ya que la producción depende de su continuidad. Finalmente, desde el punto de vista de la seguridad, los servidores HPE ProLiant incorporan características avanzadas para proteger datos y mantener la integridad del sistema en un entorno, donde la confidencialidad y la disponibilidad de la información son críticas. ¿Quieres saber más? ¡ Descúbrelo en el informe técnico «Cómo elegir el mejor servidor para hacer crecer tu negocio».