No hay organización que esté exenta de las ciberamenazas. Algunos estudios apuntan a que cada 11 segundos ocurre un ataque de ransomware y que en el 90% de los casos han conseguido su objetivo, cifrando información y pidiendo un rescate. Y esto es solo la punta del iceberg.
De hecho, el 80% de las compañías han sido atacadas en algún momento. Y si no lo han sido, los expertos aseguran que lo serán en breve ya que las estadísticas revelan un crecimiento del 27% en las ciberamenazas, lo que aúpa un contexto en el que nadie se puede escapar.
Tan relevantes son las ciberamenazas para los negocios que casi la mitad (49%) de las grandes corporaciones ven en estos ciberataques la mayor amenaza, muy por delante de la inflación
(37%), la regulación y las normativas (35%) y competidores (29%).
Sin embargo, ser conscientes de este clima de ataques no significa estar preparado para entenderlas o interpretar por qué ocurren o cómo.
El reto: la interpretación especializada
Pese a este clima de ciberamenazas, un estudio realizado entre grandes corporaciones revela que solo un 39,5% contrata a expertos externos que sean capaces de interpretar los datos y recopilar inteligencia sobre las últimas amenazas sofisticadas que surgen.
Solo el 39% de las grandes empresas contrata a externos externos para entender las ciberamenazas
El 52% de los consultados apuesta por informarse de ciberamenazas en blogs, redes sociales y otros medios abiertos. Unas fuentes muy útiles para estar al día en un primer vistazo, pero que no permite tener una comprensión holística de los peligros que acechan a los negocios y cómo pueden enfrentarse a ellos.
De hecho, lo ideal es poder llevar esa realidad de las ciberamenazas a cada organización con sus casuísticas concretas. Una contextualización que los proveedores de servicios (MSP) ofrecen como un valor añadido fundamental.
Además, el no contar con una interpretación especializada de las ciberamenazas hace que las compañías no puedan plantear una estrategia de protección eficaz y preparada para detectar o mitigar cualquier incidente que, a todas luces, va a ocurrir en algún momento.
Para protegerse, las medidas más importantes que toman las grandes organizaciones españolas son aquellas enfocadas a amenazas internas y pérdida de datos (43,5%) y reducción de los tiempos de respuesta (40%).
Sin embargo, el reto ahora es ir un poco más allá. Para ello, pueden echar mano de los servicios externos especializados de los partners TI. Una opción que permite a todo tipo de empresas obtener una protección más sólida contra las amenazas cibernéticas, sin tener un equipo dedicado a ello, y centrarse en su negocio principal sin comprometer la seguridad de sus datos y sistemas.
