Ante el incesante crecimiento del volumen de datos, las empresas que ofrecen servicios de gestión y clasificación de datos corporativos se están convirtiendo en el mejor aliado para que las organizaciones controlen mejor sus costes de TI. Con ello se abren nuevas oportunidades de negocio para los partners del canal TI.
En 2025, más de 200 Zettabytes de datos estarán almacenados en la nube. Esto supone un importante crecimiento frente a los 4,4 ZB de 2019 y los 44 ZB de 2020. De acuerdo con los datos de Cybercrime Magazine, esta evolución del volumen de datos corporativos, tanto en la nube como en local, puede proporcionar a los partners del canal TI nuevas fuentes de ingresos.
De hecho, los partners con conocimientos y experiencia en la clasificación de datos que entienden que, no se trata solo de tener un control de los datos corporativos, sino también del papel que desempeñan en la inteligencia de negocio, su continuidad, la recuperación ante desastres y la seguridad, pueden ampliar sus oportunidades.
Al proporcionar una amplia gama de servicios de clasificación de datos, estos partners podrán ayudar a sus clientes a aprovechar la posibilidad de conseguir mejores precios basándose en el consumo de la nube pública. Con ello conseguirán controlar mejor los costes de TI optimizando y planificando el almacenamiento de forma más estratégica.
Que los datos son el nuevo petróleo, como dijo en 2006 el matemático británico Clive Humby, es algo que sigue muy vigente hoy en día. Sin embargo, como el petróleo, los datos deben refinarse para sacar su valor y aquí es donde entran en juego las mejores prácticas de clasificación de datos.
Lo más importante en la gestión de datos es priorizar su clasificación
Uno de los pasos más importantes que una empresa debe realizar desde el punto de vista de la gestión de datos corporativos es priorizar la clasificación de datos, o el proceso de categorización de datos, para optimizar su almacenamiento, clasificación y recuperación para un uso futuro.
Si bien la clasificación de datos es un área de grandes oportunidades para el canal, requiere una comprensión profunda de los requisitos, el flujo de trabajo y las operaciones de TI específicos de la industria del cliente.
Clasificación de los datos corporativos
Las mejores prácticas de clasificación de datos corporativos deben, en primer lugar, verificar los datos que deben incluirse en las definiciones de clasificación y acceso según las normas, estándares y mandatos de cumplimiento específicos de la industria o del país, como RGPD.
Una vez resuelto el cumplimiento normativo, las empresas pueden pasar a los aspectos básicos de la clasificación de datos, con el apoyo de los partners, en las siguientes distintas áreas. Por ejemplo, identificando y definiendo datos sensibles y de gran valor; descubriendo dónde residen los datos y quién tiene acceso a ellos; clasificando y definiendo datos en función de su valor para la organización del cliente y asignar niveles de clasificación; o alineando los controles y medidas de seguridad adecuados para garantizar la integridad.
La monitorización como un componente de los controles de seguridad para las mejores prácticas de gestión de datos también desempeña un papel clave.
Las empresas tienen muchas prioridades por eso los partners son clave para elevar la importancia de la clasificación de datos, que puede volverse problemática si no se realiza con regularidad.
Aquí también será fundamental que los partners y los proveedores de servicios prioricen en sus programas de clasificación paquetes de valor añadido que combinen educación, orientación y asesoramiento. Además, será clave ayudar a desarrollar procesos que se mantengan al día con los ecosistemas de trabajo móviles y ágiles de la actualidad.
Y un aspecto que tampoco deben olvidar es educar a sus clientes sobre las consecuencias de los programas mal ejecutados, que podrían llevar a multas. Por eso, los programas para clasificación de datos corporativos deben tener en cuenta cuatro aspectos clave.
- Aconsejar a los clientes que sean proactivos y estandaricen el proceso desde el principio.
- Involucrar a todas las principales partes interesadas para identificar y crear una política, si no la tienen, que proporcione una hoja de ruta sobre cómo se deben clasificar y gestionar los datos, teniendo en cuenta la propiedad, el cumplimiento y la responsabilidad del proceso.
- Utilizar las últimas y mejores tecnologías para cumplir con las políticas internas, automatizando el proceso tanto como sea posible.
- Educar a los clientes sobre cómo evitar la acumulación de datos redundantes, obsoletos y triviales (ROT) y no clasificados de forma indefinida.
La capacidad de las empresas para obtener más valor de la información a través de la minería y el análisis de datos es fundamental para tomar decisiones de negocio estratégicas, lo que hace que las mejores prácticas de clasificación de datos adquieran mayor importancia.
Los proveedores de servicios no solo están bien posicionados para ayudar a sus clientes a hacer que los datos corporativos esenciales sean fácilmente accesibles, sino que también pueden ser socios de confianza a la hora de gestionar y mitigar el riesgo en un panorama regulatorio de datos y privacidad cada vez más complejo.
Imagen inicial | Campaign Creators