Cada vez más firmas están apostando por las tan de moda tiendas temporales, o pop-ups, para aportar a los consumidores una experiencia sensorial completa. Sin embargo, no siempre son tan necesarias.
En los últimos años, empresas de todos los sectores han puesto sus miras en expandir su presencia más allá de sus localizaciones o incluso de su espacio en Internet, para contar con presencia temporal en puntos que puedan atraer un gran volumen de consumidores.
Es el ‘boom’ de las tiendas efímeras, o pop-ups, espacios disponibles tan solo un día, o pocos más, para llegar físicamente a aquellos usuarios con los que no tienen contacto físico habitual por falta de proximidad, o por contar solo con presencia online.
Sin duda, las compañías han salido encontrar valor en estas extensiones comerciales ya que contribuyen a crear conciencia de marca, reforzar el compromiso y abrir la puerta a una posible nueva fuente de ingresos. No en vano, según Storefront, se espera que las tiendas minoristas temporales lleguen a generar 80.000 millones de dólares anuales.
Una estrategia para las tiendas pop up
Si bien las ventajas de estas tiendas son muchas, también hay que tener en cuenta que estamos asistiendo a un fuerte interés por estas pop ups, lo que está llevando a una cierta saturación de las mismas. ¿Cómo determinar si sigue siendo rentable para una firma apostar por una tienda efímera?
Ofrecer precios óptimos, servicios y productos únicos, así como una experiencia altamente satisfactoria para el usuario son objetivos claros que se buscan con estos establecimientos. Pero hay que tener en cuenta que, para hacerlo bien, se necesita de una gran inversión.
Es importante elaborar un plan estratégico que evalúe el potencial ROI y las ventas de un cliente si se instala una tienda efímera
Es por ello que algunos expertos apuntan que, si se está abasteciendo bien a los clientes y se obtiene la suficiente información de ellos como para ofrecerles lo que necesitan, no merece la pena invertir en una pop up.
Al abrir una tienda temporal se llama la atención pero eso no es suficiente. Hay que generar esa complicidad y fidelidad con el cliente que lleva a que vuelva a comprar, ya sea online o de otra forma. De ahí la importancia de elaborar un plan estratégico que evalúe el potencial ROI y las ventas de un cliente si se instala una tienda efímera.