Hace apenas unos días que conocimos la Orden Ministerial que complementa la ley Antifraude y el sistema Verifactu. Una normativa que obligará a digitalizar la facturación de empresas, pymes y autónomos. Un trabajo que recaerá especialmente en las asesorías, responsables de informar y llevar la gestión empresarial de 7 de cada 10 pequeños negocios.
La mitad de las asesorías conoce bien la ley, según el informe de TeamSystem, y dos de cada cinco la valoran positivamente gracias a la agilidad y sencillez del proceso de emisión y recepción de facturas.
Sin embargo, los asesores confiesan cierto temor al aumento de la carga de trabajo para gestionar el cambio en los procesos de facturación y contabilidad de sus clientes. Y no es para menos. El nivel de trabajo al que se enfrentan las gestorías y asesorías es inmenso.
Los asesores confiesan cierto temor al aumento de la carga de trabajo
Las asesorías no solo deben remodelar la forma de facturar los pequeños negocios, sino hacer frente a un nivel de digitalización muy bajo entre las empresas más pequeñas. El 69% de los autónomos y el 45% de las micropymes siguen facturando a mano, mientras que 9 de cada 10 negocios desconocen la nueva legislación que afectará a su actividad diaria.
Por su parte, casi el 30% de los negocios ven en el nuevo marco legal más inconvenientes que ventajas, pues temen un aumento de la carga de trabajo y de los gastos, así como una invasión de su privacidad. En esta línea, casi la mitad de los negocios albergan serias dudas sobre los beneficios de la nueva normativa, a pesar de que estas opiniones difieren sustancialmente en función del grado de digitalización.
En términos de adaptación, la mitad de los negocios considera que tendrá que hacer un esfuerzo significativo para adaptarse a la nueva ley, mientras que la otra mitad cree que se adaptará sin dificultad. En este punto, casi 4 de cada 10 negocios esperará hasta que la facturación electrónica sea obligatoria mientras que apenas un 15,4% lo hará en cuanto tenga conocimiento de la medida.
Un punto donde asesorías, despachos profesionales y partners TI serán aliados clave. Expertos que ayuden a las pymes o autónomos a encontrar la solución que mejor se adapte a sus necesidades y que de paso, pueda cubrir otros aspectos de la gestión empresarial.
De hecho, la ley Antifraude propone un marco idóneo para que asesorías y negocios se remodelen. Encuentren tecnología que les ayude a agilizar los procesos, ahorrar costes y optimizar la estructura para la gestión de la facturación electrónica.
Muchos negocios (46%) declaran que se adaptarán solo cuando lo hagan otros, la realidad es que el momento es ya. Otros (38%) reconoce que esperará al último momento provocando un bloqueo. Sin embargo, el momento para embarcarse en la digitalización de la facturación es ahora. Y ya, no hay vuelta atrás sino desde TeamSystem calculan que las pérdidas podrían ser superiores a los 3.600 millones de euros al año para los autónomos.