El 52% de las empresas españolas ha activado un ciberseguro

El riesgo a ser ciberatacados es tan real, como cada vez más evidente, para las empresas en España. Tanto es así que el 96% asegura haber sido blanco de ciberdelincuentes en los últimos 12 meses en el último estudio de Hiscox. Es por ello que ya algo más de la mitad (52%) cuenta con un ciberseguro.

Según el informe, el ciberseguro es ya una de las medidas preventivas más importantes para las organizaciones españolas, ya que su contratación ha crecido de forma considerable en los últimos 12 meses. Y es que, si bien el año anterior el 30% afirmaba tener adquirido uno de estos productos y el 14% tenía previsto adquirirlo, este año, más de la mitad (52%) señala contar ya con la protección de un ciberseguro independiente.

La última actualización del informe de ciberpreparación de Hiscox revela la realidad: las empresas cada vez son más atacadas. De hecho, dos tercios de las organizaciones españolas (66%) ha visto un incremento en el número de veces que ha sufrido un ciberataque y únicamente el 12% ha visto un descenso.

El ciberataque se intensifica y vuelve a ser una consecuencia de pérdida financiera debido al fraude de desvío de pagos – entendida como el desvío de fondos a través del uso fraudulento del correo -. En los últimos 12 meses más de la mitad (55%) indicó este resultado, mientras que en el ejercicio anterior fue el 38%.

Cabe destacar además un incremento en la incidencia de los ciberataques de ransomware, en los que se impide la utilización de sistemas o equipos para después demandar un pago de rescate. Y es que el 38% de las empresas españolas ha sufrido un ciberataque de este estilo en los últimos 12 meses, frente al 23% del año anterior.

Esta misma tendencia se observa de igual manera con el resto de principales consecuencias de los ciberataques. Así, los ataques de denegación distribuida de servicio (DDoS), fueron experimentados por un 51% de las organizaciones españolas en los últimos 12 meses, en comparación con el 23% del año pasado.

También el uso indebido de los recursos informáticos, indicado por un 53% este año y por un 23% el anterior; los brotes de virus no ransomware con un 46% frente al 23% el año pasado; la pérdida de datos cifrados (en la que no se han expuesto datos) con un 33%, 20 puntos porcentuales más que en 2022; y la pérdida de datos no cifrados (en la que se pueden haber expuesto datos) con un 35% de incidencia, mientras que en 2023 era del 14%.