Los casos de uso relacionados con la IA van apareciendo como la verdadera realidad de esta tecnología. La Inteligencia Artificial también está llegando a la administración pública, pero ¿cómo? Principalmente para agilizar servicios a la ciudadanía y gestionar la ciberseguridad y los riesgos asociados.
El informe Ascendant de Minsait revela que el 48% de las instituciones públicas se sirve de la IA para casos de uso específicos y otro 52% para aumentar la ciberseguridad y gestionar riesgos. Dos de cada cuatro organizaciones están centrando o van a centrar sus esfuerzos en mejorar la gestión de los riegos y la ciberseguridad, trabajando en el avance de herramientas y soluciones de externos que adoptan en sus funcionalidades inteligencia artificial.
Entre los casos de uso específicos del sector se encuentra la optimización del modelo operativo de la administración y el manejo de la información. El 48% de la administración pública también se está sirviendo de IA para la mejora de las operaciones del ciudadano, introduciendo funcionalidades como chatbots, automatización de respuestas o reclamaciones personalizadas, por ejemplo.
Las razones para utilizar la IA en la administración pública se relacionan con la eficiencia y optimización de los procesos internos, importante para el 81% de las organizaciones entrevistadas. En un segundo lugar, el 41% menciona la optimización de la experiencia del ciudadano en la interacción con las diferentes administraciones.
Pero todavía hay obstáculos para su adopción. El primero que aluden 3 de cada 4 entidades públicas es la falta de visión y de cultura empresarial. En esta línea, para 1 de cada 4 administraciones otro factor a destacar es la falta de talento en el sector. Otras de las barreras es la falta de un marco normativo estable y cumplimiento de privacidad (26%), infraestructura inadecuada y una oferta de mercado poco madura y contrastada (19%) y silos de conocimiento, así como la falta de modelos avanzados de gobierno y gestión del dato (19%).
Y es que la adopción de la IA es un reto tanto en entidades públicas como privadas, pero con un avance claro que destaca Luis Fernández Hernando, director global de Administraciones Públicas en Minsait: “en el último año muchas entidades y administraciones públicas han dado un giro estratégico hacia el uso del dato y la interoperabilidad de sus sistemas. El siguiente paso natural en su modernización es el desarrollo de aplicaciones basadas en IA, con dos objetivos clave: mejorar la eficiencia del gasto público y optimizar los servicios al ciudadano.”