Todos somos ya a estas alturas conscientes de que la IA va a cambiar la forma de ver el mundo. Sin embargo, todavía no somos capaces de entender hasta qué punto marcará la diferencia. Y os adelantamos que lo hará mucho.
Gartner nos pone una cifra sobre la mesa que nos muestra el valor que traerá consigo la IA. La consultora predice que aquellos vendedores que aprovechen las herramientas IA estarán 3,7 veces más avanzados que el resto. Una ventaja competitiva clave en entornos empresariales.
La aplicación de la IA irá a más en los próximos años en todo tipo de casos de uso. Sopra Steria prevé que este negocio se duplique hasta alcanzar los 1,27 billones en 2028.
El uso de herramientas con IA potenciará competencias esenciales para los vendedores. Pero no serán las únicas. El estudio alude también a la flexibilidad táctica o la mentalización incrementará entre 3,4 y 2,9 veces respectivamente la ventaja de los vendedores.
En todo este contexto la agilidad, flexibilidad y productividad estarán directamente relacionadas con la capacidad de adoptar la tecnología. De hecho, el 45% de los vendedores que peor se digitalicen se quedarán por detrás en la carrera empresarial.
No es de extrañar que la oleada TI sobrepase al 50% de los vendedores consultados por la firma y que para el 72% suponga demasiadas competencias que no son capaces de asimilar.
Cómo digitalizar a los vendedores sin morir en el intento
Digitalizar los negocios ya no es una opción sino la solución para muchas casuísticas. Sin embargo, este terreno causa pánico a muchos clientes que prefieren vivir en su época analógica.
Construir una estrategia digital no es sencillo ni se hace de un día para otro. No obstante, hace tiempo que la pregunta ya no es sí aliarnos o no con la tecnología, sino cómo hacerlo. Un punto donde los partners son los grandes aliados que sirven de compañeros de viaje.
Son precisamente los vendedores tecnológicos (partners TI) los más indicados para guiar la transformación digital de las empresas. Ayudándoles a priorizar elementos a transformar y a llevarles por un camino digital paso a paso.
Elaborar un plan de acción que vaya de menos a más puede asentar las primeras bases de este cambio. A partir de ahí, pensar en objetivos a corto, medio y largo plazo harán la tarea más digerible y asumible para los menos acostumbrada lo que, en definitiva, es un cambio cultural sin retorno.
