Una de las principales barreras que aluden las empresas para no adoptar una tecnología es la brecha de talento. La falta de conocimientos o equipo especializado frena muchos proyectos en una primera instancia. Proyectos que, de la mano de un MSP, se pueden convertir en una realidad que beneficie a todas las partes.
La brecha de talento digital es una realidad. Son muchos trabajadores que siguen sin tener cubiertas las competencias digitales básicas, mientras, paradójicamente, vivimos en un mundo cada vez más digital. El 44% de los empleados todavía no reciben ningún tipo de formación y 4 de cada 10 que si lo hacen, no están satisfechos con el contenido o la forma de recibirlo.
Las empresas que sí usan los planes formativos, lo hacen, por orden de prioridad, para que sus empleados adquieran nuevas competencias (70%), nuevas habilidades tecnológicas (55%), habilidades de gestión de equipos y liderazgo (54%) y, por último, gestión de equipos en remoto (27%).
Aún así, formar a los equipos supone un reto para cualquier empresa. Un desafío donde los proveedores de servicios gestionados pueden ser el gran aliado por descubrir.
MSP, el aliado formativo
La figura del MSP se ha convertido en una referencia en el mercado tecnológico. La demanda en alza de los servicios gestionados ha aupado a estos partners como uno de los más buscados y con más potencial.
Son muchos los servicios tecnológicos que un MSP puede desplegar. Servicios de soporte, implantación o gestión de dispositivos de toda índole. Y entre todas las opciones se encuentran los servicios de formación. Ser un capacitador se puede convertir en un valor para las empresas y una fuente de ingresos extra para el proveedor.
Son muchas las razones por las que es una buena idea que el MSP sea un partner formativo. Estas son algunas de las ventajas:
- Acceso conocimiento especializado: el MSP está capacitado en tecnologías o soluciones que puede transmitir a los clientes y ayudarles en el recorrido por su aprendizaje.
- Mejoras en la eficiencia operacional: a medida que la empresa va madurando sus conocimiento digitales, también lo hará su operativa y se acortarán los tiempo de resolución de problemas.
- Ahorro de costes: con la formación se mejoran los ratios de adopción de las soluciones a la larga, lo que permite que los clientes se puedan ahorrar determinados servicios extras.
- Escalabilidad y flexibilidad: al ir ajustando los servicios formativos a las necesidades de los clientes, el MSP también gana en personalización y cercanía.
- Más protección y compliance: siendo expertos en ciberseguridad, el MSP puede aportar una capa extra de apoyo y enriquecimiento que redunde en una compañía mejor preparada para cualquier amenaza o incidencia.
Además, los servicios de formación abren nuevas oportunidades para los propios MSP. Generando más conocimiento en los clientes es posible que estos se encuentren más maduros para adoptar nuevas tecnologías o construir proyectos más ambiciosos. Un círculo sinfín que nuevo negocio que traerá también nuevas necesidades formativas.