ChatGPT, Dall-E o Copilot son pruebas fehacientes de la popularización de la IA generativa. Sin embargo, lejos de ser la única Inteligencia Artificial existente, es tan solo una mínima parte del gran negocio que traerá esta tecnología.
En 2028 la IA en su totalidad tiene previsto atraer un negocio de 632.000 millones de dólares. Esto supone el doble de los importes manejados en la actualidad, gracias al impulso de aplicaciones, servicios, infraestructura y, en definitiva, todo tipo de tecnologías relacionadas con la Inteligencia Artificial.
No obstante, la IA más popular no será la que más ingresos genere. Según los cálculos de IDC, el 32% del negocio IA en 2028 provendrá de GenIA. Esto supondrá unos nada desdeñables 202.000 millones de dólares que se enfocarán en aplicaciones relacionadas con la GenIA.
El software será la categoría más beneficiada por el auge de la IA con una subida interanual del 33,9%. Más de la mitad de los ingresos se relacionan con programas y dos de cada tres software con IA se integrarán en una plataforma. Los servidores, almacenamiento e IaaS son los siguientes más influenciados con un crecimiento del negocio del 24,3%.
Entre los usos más comunes de la IA durante este período de cinco años analizado, la firma habla especialmente del aprovisionamiento de infraestructura dedicada. Un uso donde los proveedores de servicios serán claves para dar cobertura a toda la vorágine de casos de uso que se darán. Todo lo relacionado con el comercio electrónico y automatización de procesos, o la planificación comercial también verán un auge con la IA del 35,8% y 33,2%, respectivamente.
Los servicios financieros serán los que más invertirán en IA con un 20% de la inversión. El retail y los servicios de información serán otros de los verticales con más movimiento en esta tecnología. El 45% del mercado estará enfocado en estas tres industrias en los próximos años. Otras como los servicios personales o de negocio (32,8%) o transportes (31,7%) pisarán el acelerador.
Las previsiones vuelven a confirmar lo que ya sabemos. El futuro se escribe con IA, pero no solo la GenIA que más suena en todos los rincones tecnológicos, sino con una IA capaz de automatizar y optimizar procesos, agilizar la productividad de los equipos y, en definitiva, dar más valor a los negocios.
