Identificar, supervisar y controlar las identidades dentro de una organización es una labor en creciente demanda. La gestión de identidades supone un reto no solo por su complejidad, sino también por el riesgo que puede abrir en aquellas que no se administre correctamente.
El aumento del ritmo al que se crean las identidades en entornos nuevos y complejos hace que cada vez sea más complicado controlar este apartada. A medida que crecen las identidades, también se incrementa el riesgo de posibles brechas relacionadas con este aspecto en las organizaciones.
No en vano, el informe CyberArk 2024 Identity Security Threat Landscape expone el riesgo al que se expone las organizaciones. El 97% de las consultadas en España tuvieron dos o más brechas de seguridad relacionadas con la gestión de identidades. El 49% de las organizaciones de nuestro país ha sido víctimas de una brecha relacionada con la identidad debido a un ataque de phishing o vishing.
La gestión de identidades de máquina, el principal riesgo
Las identidades de las máquinas son la causa principal del crecimiento de las identidades y los encuestados las consideran el tipo de identidad con mayor riesgo. Al contrario de cómo se gestiona el acceso humano a los datos sensibles, las identidades de las máquinas a menudo carecen de controles de seguridad de identidad y, por lo tanto, representan un vector de amenaza extendido y potente, listo para ser explotado.
Y la oportunidad está ahí. El mercado global de soluciones relacionadas con la gestión de identidades espera alcanzar los 22.900 millones de dólares este 2024, según cifras de Markets and Markets. Una cantidad que para 2029 se elevará un 8,4% interanual hasta los 34.300 millones de dólares.
La aceleración estará también motivada por el creciente uso de diferentes aplicaciones y sistemas de terceros en entornos multicloud. En el informe mencionado, el 53% de las organizaciones españolas espera utilizará tres o más proveedores de servicios en la nube, lo que abre nuevas vías de gestión de identidades.
No es de extrañar que el 50% de las organizaciones de todo el mundo espera que las identidades crezcan tres veces en los próximos 12 meses. Una oportunidad donde los partners tecnológicos tienen mucho que aportar. Por un lado, trazando una estrategia de gestión de identidades que permita saber cómo actuar en cada momento. Por otro, proveyendo soluciones tecnológicas que reduzcan los riesgos y la complejidad de este ámbito.
