Debido a la gran velocidad a la que va la transformación digital, nos encontramos con que la mayoría de las organizaciones se están moviendo rápido en ese sentido con el fin de no quedarse atrás. En el caso de España, estas son el 98% según un informe de NetApp del que se ha hecho eco knowmad mood, una consultoras de soluciones de transformación digital.
El informe dice que casi todas las organizaciones que operan en España están optando por migrar a la nube, sin embargo, en la actualidad tres cuartas partes de estas siguen gestionando sus cargas de trabajo a través de sistemas que se ubican en sus propias instalaciones (on-premise). Por otro lado, el software como servicio (SaaS) está ganando terreno como vía para reducir la complejidad de la implementación, aunque la apuesta mayoritaria dentro de esta tendencia es una adaptación paulatina y con el objetivo de obtener los beneficios que aportan los modelos híbridos en términos de seguridad y costes.
Las organizaciones que operan en España están optando por migrar a la nube, sin embargo, tres cuartas partes de estas siguen gestionando las cargas de trabajo on-premise
Combinar las modalidades SaaS y on-premise, si se hace bien, permite obtener los beneficios de ambas para así hacer una mejor gestión tanto del software utilizado por la organización como de los datos. De hecho, estos son los cuatro beneficios principales de combinar ambas modalidades:
A pesar de que la nube apunta a ser el futuro, los modelos que combinan SaaS y on-premise apuntan a ser seguir estando presentes como la base de la infraestructura de muchas organizaciones
A pesar de que la nube apunta a ser el futuro, los modelos que combinan SaaS y on-premise apuntan a ser seguir estando presentes como la base de la infraestructura de muchas organizaciones. A pesar de que combinación puede aportar las virtudes de las dos modalidades, no es menos cierto que esto puede acarrear una complejidad adicional que requiera de la asistencia de un tercero que garantice una correcta gestión tanto a nivel técnico como legal.
La transformación digital se ha convertido en todo un desafío no solo por cuestiones como la transición hacia la nube y el hecho de que muchas organizaciones siguen apostando por sistemas on-premise para garantizar que su software y sus datos estén dentro de un entorno que pueden controlar, sino también por la irrupción de la inteligencia artificial, que promete introducir profundos cambios en muchos frentes, incluido la ciberseguridad, y que en estos momentos se encuentra en una situación en la que no hay suficientes profesionales disponibles.