La salud conectada es ya un reclamo para pacientes y una tabla salvavidas para profesionales sanitarios. Tanto es así que las entidades sanitarias ya están marcando hojas de ruta enfocadas claramente a la digitalización. En 1 de cada 3 la IA generativa ocupa un lugar destacado y más de la mitad ya están probando la tecnología para la interacción entre pacientes y profesionales.
El informe «La Revolución de la Salud Conectada» de Capgemini adelanta el avance de la tecnología en la sanidad. Una digitalización que no tiene vuelta atrás y que en los próximos años generará una quinta parte de los ingresos.
Entre los principales focos de atención de las organizaciones están las soluciones de salud digital, entre los que están las pantallas, equipamiento y dispositivos wearables. Además, crece la implantación de inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático (ML) y el Cloud en los últimos 3 años. Como resultado, las organizaciones biofarmacéuticas que utilizan IA para el análisis predictivo de datos en tiempo real de productos sanitarios conectados, casi se han duplicado desde 2021, pasando del 24% al 46%.
Además, el informe señala que más de dos quintas partes (42%) también tienen una plataforma en el Cloud para la integración de datos de diferentes fuentes, lo que supone un reto para construir un ecosistema unificado.
Aunque la falta de capacidades de datos esenciales será un objetivo para conseguir una salud conectada óptima, el camino ya está en marcha. El 63% de las organizaciones sanitarias ya tiene productos de salud conectada en el mercado o en fase de desarrollo.
A pesar de tener un enfoque hacia la salud conectada basado en una estrategia más desarrollada y una extensa planificación, en comparación con lo que sucedía hace tres años, la investigación confirma que hay una falta general de marco común, normas y herramientas para el manejo de datos en relación con la salud conectada.
La salud conectada en la tecnología médica abarca un sólido conjunto de ofertas que van desde dispositivos implantables y portátiles hasta equipos médicos de capital, y los ecosistemas digitales y de datos que los rodean y lo impulsan todo, desde el diagnóstico hasta la atención remota, los procedimientos y la atención posterior al procedimiento.
Si bien la salud conectada ofrece nuevas oportunidades para la industria, es necesario que las organizaciones sanitarias establezcan una visión clara y adapten las ofertas a las necesidades específicas de atención médica y bienestar para que puedan proporcionar un impacto medible, concluye el informe.
Invertir en el desarrollo de una infraestructura de datos escalable, segura y conforme a las normas, y reforzar la colaboración con otras partes interesadas del ecosistema, también les permitirá generar un valor tangible para todas las partes interesadas.