Franquiciado de Phone House: «la falta de apoyo es constante y están dejando que nos extingamos»

Phone House lleva tiempo languideciendo en su negocio. Un declive que se deja sentir en los franquiciados. Las más de 500 tiendas que tenía repartidas por toda España van cayendo ante un gigante, que pese a las buenas condiciones que promulga, deja en la estacada a muchos franquiciados. Esta es la historia de varios de ellos.

Manuel, nombre ficticio para preservar su anonimato, abrió su primera franquicia Phone House en 2010. Seis meses después expandió el negocio y abrió dos establecimientos más en otras poblaciones cercanas. La oportunidad que brindaba las telecomunicaciones le hizo apostar por esta marca referencia.

Sin embargo, 13 años después, el franquiciado ha tenido que cerrar una de sus tiendas, pese a «estar entre las primeras de la zona y que funcione». Y es que detrás de esta bajada de persiana se esconde una relación poco amable con la matriz que no parece ni apoyar ni promover este negocio.

«La falta de apoyo ha sido constante, desde la dirección de franquicias no ha habido la más mínima intención de ayudar aludiendo todo a la dirección que tampoco ha hecho nada. Llevan más de 3 años sin reunirnos y con cambios de opinión constantes», explicaba el franquiciado.

La situación ha llegado hasta tal punto que tras el cierre de la tienda, «la dirección no ha preguntado el motivo del cierre con números buenos», afirmaba el afectado. Por ello, considera que franquiciarse con la firma «no es una buena idea. Exigen condiciones que no se asemejan a las circunstancias actuales y son inflexibles».

No es el único que esta en esta tesitura. Pedro, también nombre no real, contaba con 22 tiendas, repartidas por las provincias de Sevilla, Cádiz y Córdoba. En marzo tuvo que venderlas porque «me estaba arruinando y sufría una extorsión por parte de Phone House inaguantable». Los avales exagerados y la presión de gastos, así como un plan de expansión impuesto por la matriz, estuvieron detrás de las razones de este abandono.

La caída libre de Phone House

En 2018, Phone House pasó a formar parte del Grupo Dominion. Llegaba desde un momento complicado donde su anterior dueño, Carphone Warehouse, se deshacía de este negocio en pérdidas. La compañía vasca iniciaba una nueva era donde quería potenciar al máximo los establecimientos franquiciados de la casa. En este momento había más de 500 tiendas por toda España. Ahora quedan unas 150 y a la baja.

En 2020 y con la pandemia mediante, el retail físico sufrió mucho y Phone House no fue menos. La mitad de sus tiendas franquiciadas tuvieron que cerrar y su beneficio cayó un 43%. Pero lo peor estaba por llegar.

En 2022, Phone House evolucionó y con un cambio de imagen, potenció la doble marca con Fotoprix. En 2023 ya tenía 100 tiendas con los servicios de Fotoprix. Una remodelación que en palabras de Manuel «nos obligó a invertir en el negocio de Fotoprix una cantidad enorme» que no se ha traducido en negocio, pero si en un abandono cada vez mayor.

En 2023 la situación se materializó con un ERE. Se despedía a 304 empleados de los 2.000 empleados que tenía la compañía en plantilla: «mucho talento se ha ido y sigue dando resultados negativos pese a estas regulaciones de empleo», comentaba Manuel.

A día de hoy, el cierre de tiendas de Phone House sigue su curso. No solo la de estos protagonistas, sino en toda España. Solo en Badajoz han echado el cierre 3 tiendas. En Extremadura el número se eleva hasta 8. En un año también han cerrado otras 12 de las 22 que vendió Pedro. La situación es similar en el resto de España con una sangría que continuará, prevén los franquiciados y de la que desde la compañía no dan ninguna declaración. «Están perdiendo identidad en los operadores; nos quitaron Vodafone y solo venden un par de compañías. Han perdido presencia en terminales libres o servicio técnico. Han ido dejando pasar oportunidades», establecía Manuel.

La situación de Phone House no es exclusiva: «El mundo del comercio en telco está mal», apuntaban. Sin embargo, hay esperanza: «hay cadenas que si están funcionando» y es ahí donde mirar.