La Inteligencia Artificial ha venido a inundar todo el panorama tecnológico como una bocanada de aire que pretende revolucionar el sector. Los ecosistemas IA ya se están creando y van a marcar un cambio de paradigma entre los partners que utilicen esta tecnología y los que no.
Aunque la Inteligencia Artificial como tecnología en si misma no es nueva, sus aplicaciones dentro de herramientas y soluciones si que pueden marcar un diferencial a la hora de trabajar. Un valor para automatizar procesos, agilizar trámites o mejorar servicios gestionados por humanos. Un incentivo para que los partners sean aún más eficaces y productivos.
Al igual que podemos pensar en un ecosistema natural, el ecosistema IA se conforma de diferentes especies que interactúan entre sí. Aquí hablamos de herramientas, fabricantes y aplicaciones que utilizando la Inteligencia Artificial permiten maximizar el rendimiento.
Dentro de los ecosistemas IA, los partners deben escoger diferentes piezas: desde startups que les ofrezcan tecnología disruptiva hasta comunidades de profesionales o asociaciones donde inspirarse para innovar o lanzar nuevas propuestas para testear.
Por encima de todo ello, los fabricantes referencia de este mercado. Actores que están liderando la innovación IA y donde encontrar diferentes herramientas que encajen.
Conseguir un ecosistema IA de calidad no es un trabajo sencillo ni rápido
Conseguir un ecosistema IA de calidad no es un trabajo sencillo ni rápido. Los MSP deben valorar el mercado y encontrar las soluciones que más se adapten a sus necesidades. Entre ellas, puede plantearse la necesidad de trabajar con sistemas de gestión de servicios IT, sistemas de automatización comerciales y de marketing, herramientas de colaboración o sistemas de IA generativa.
En este punto también debemos fijarnos en la seguridad. La IA propone capacidades espectaculares, pero no deben ir en contra de las normativas de datos o los estándares de ciberseguridad que garanticen una protección optima.
Combinando la fuerza de todos estos agentes, la idea es crear un ecosistema IA adaptado al marco en el que cada partner trabajar. Propuestas amoldadas a las casuísticas de los clientes y que permitan una mayor eficiencia e innovación con la que destacar.
Una vez conseguido el ecosistema IA que queremos, los beneficios son tangibles: desde un ahorro de costes por la automatización hasta un mayor capacidad de orquestación o desarrollo de servicios que redundarán en una mejora de la calidad y soporte.
Como bien formulaba el filosofo griego Heráclito, todo está en constante cambio y nada permanece. Por ello, el ecosistema IA que cree un MSP puede que no sea ni el definitivo ni el que utilice mañana.
En el mundo tecnológico prever que todo puede cambiar debe ser una constante de trabajo. Por ello, lo ideal es mantenernos siempre alerta.
Desde los MSP se puede mantener un equipo en continúa formación, evaluar si los pasos que estamos dando son los adecuados o si están en línea con nuestros objetivos empresariales y valorar si las novedades que se lanzan pueden enriquecer nuestra propuesta. Solo así conseguiremos evolucionar en la senda acertada.