Cualquier cambio legislativo que implique tecnología supone una oportunidad para el canal de distribución. Y claramente, la ley Antifraude y la más lejana, ley Crea y Crece que se impulsarán en España son un aliciente para la digitalización del tejido empresarial, especialmente para la implantación de la facturación electrónica. Así lo pudimos comprobar en nuestro evento eFactura Fórum, celebrado el pasado 24 de abril.
Como ya vimos en el reportaje más amplio de toda la jornada, la facturación electrónica es un tema que interesa tanto a las pymes como a los partners. A las primeras porque la legislación les obligará a amoldarse a este formato y a los segundos porque abre una vía de explotación de negocio que puede ir mucho más allá.
Precisamente, en la segunda mesa redonda se puso en el centro el papel del partner y la importancia de las asesorías o despachos profesionales en todo este proceso de adopción.
Bajo el título “Cómo hacer negocio con la facturación electrónica”, Álvaro García, Product Marketing Manager de Cegid; Alberto Redondo Correas, Chief Marketing Officer Iberia & LATAM de SERES; y David González Praetorius, Especialista en automatización y robotización de procesos de ABAST profundizaron en la oportunidad que se les presenta a los partners.
Los responsables apuntaban a la importancia de evangelizar e informar a todo el tejido empresarial para adaptarse a la regulación y por el camino, impulsar la digitalización de las pymes. Un gran desafío teniendo en cuenta que solo el 30% de las mismas son digitales. Un porcentaje que aún se reduce más si hablamos de pequeñas empresas y autónomos.
El mensaje de la evangelización fue perenne durante toda la jornada. Hacer llegar el mensaje a las pymes con el partner o asesor como figura de referencia es una constante en cualquier adaptación legislativa, y esta no iba a ser menos.
Sin embargo, aquí la gran diferencia respecto a otras regulaciones es que para que las pymes y autónomos se amolden a la legislación, tendrán que digitalizar sus procesos: «no será suficiente con adjuntar una factura a un correo o utilizar un excel», remarcaba Álvaro García, de Cegid. Por su parte, Alberto Redondo Correas, de SERES advertía: “Estamos en un momento de evangelización de un diamante que es la facturación electrónica”.
El momento de actuar es ahora. Esa conclusión estaba clara para todos los portavoces, pero de igual manera los partners están en un momento de espera inquieta. “Vivimos una nebulosa en la que las asesorías están esperando a tener toda la información para poder guiar a las pymes”, explicaba Álvaro Garcia, de Cegid. “Unas figuras que deben entender su posición de catalizadoras y que, como ya nos han demostrado, van a poder adaptarse”.
Sin embargo, el cómo se adapten será la clave del éxito de la facturación electrónica y por extensión, de la digitalización de las pymes. “Las asesorías y partners tienen una oportunidad de introducir tecnología en sus procesos para agilizar los procesos y aportar valor a su labor”, anunciaba el responsable de Cegid.
Precisamente, como representante de una figura de consultor, David González, de ABAST comentaba que “facilitamos la adopción de los procesos de automatización. Sin embargo, es importante ver en qué momento está cada cliente para poder saber de dónde partimos y cómo llegar a cumplir objetivos”.
Además, Alberto Redondo, de SERES enfatizaba el concepto de comunidad: “los partners no deben entender que son ellos y su cliente, sino que la factura electrónica está dentro de una comunidad, ya que debe haber un emisor y un receptor para que todo el proceso funcione”.
Y mientras la administración pública va poniendo en orden toda la regulación y viendo cuál es la mejor fórmula para conseguir sus objetivos, el sector tecnológico ya está en marcha. “Estamos en un momento de evangelización”, apuntaba Alberto Redondo Correas, de SERES. “Un periodo en el que hay mucha confusión y debemos asesorar y mostrar cómo la tecnología les puede ayudar”.
Lo que tenían claro todos los portavoces es que en estos dos próximos años va a haber mucho revuelo en torno a la facturación electrónica. “Vamos a vivir unos momento de caos en los que será complicado absorber toda la demanda”, certificaba David González, de ABAST. “Las empresas que tienen automatizados sus procesos, el cambio no será tan drástico. En cambio, el cambio será radical en aquellas que no lo tienen automatizado”.
“Es el momento de ver la facturación electrónica como una oportunidad para mejorar tanto por parte del asesor como del cliente. Todo ello de la mano de la tecnología”, concluía Álvaro García, de Cegid.