Mejorar en las habilidades que utilizamos a diario es un incentivo más para los trabajadores. Y es que la formación es considerada por el 88% de los empleados como un punto favorable para continuar en una compañía. Algo especialmente importante en el ámbito tecnológico donde además se junta la necesidad constante de estar actualizados.
Los planes formativos no siempre están en la misma escala de prioridades para las empresas. De hecho, actualmente el 44% de los empleados no recibe ninguna formación y, de aquellos que la reciben, 4 de cada 10 no están satisfechos con ella.
Aún así, por la necesidad de retener y fidelizar talento, 2 de cada 3 empresas (66%) tengan previsto ofrecer planes de formación para sus empleados este año, según un informe de Pluxee.
Las empresas usan los planes formativos para, por orden de prioridad, que sus empleados adquieran nuevas competencias (70%), nuevas habilidades tecnológicas (55%), habilidades de gestión de equipos y liderazgo (54%) y, por último, gestión de equipos en remoto (27%).
Sin embargo, no solo vale con tener a los empleados formados. Para que retener y fidelizar talento sea una realidad es imprescindible que haya muchos otros condicionantes básicos para los trabajadores y que van mucho más allá de un sueldo.
El salario emocional hace alusión a todos los beneficios no económicos que aportan calidad de vida al trabajador. No obstante, es un concepto meramente subjetivo, pues para cada persona tendrá más valor un aspecto u otro. Habrá quienes aboguen por más tiempo libre u otros por aquellas empresas que le aporten planes de formación y herramientas de tecnología ergonómica.
En este punto, la conciliación familiar y laboral es una de las opciones de salario emocional más demandadas por los trabajadores. Según un estudio de TPNET, el 49% de los trabajadores optaría por otro empleo si no le facilitarán estar en un modelo híbrido o de teletrabajo.
Muy relacionado con este punto es el de la salud mental y física, un ingrediente más a cuidar para mantener y fidelizar a los trabajadores. Y es que sin ese aspecto, la motivación y productividad pueden caer en picado y conseguir aumentar el absentismo y por tanto, contar con empleados más proclives a «no estar».
Con cada vez más opciones para retener y fidelizar talento, la tecnología se vuelve un punto más en el que trabajar para conseguir a esta plantilla motivada, productiva e implicada con los objetivos de las organizaciones.
La tecnología ergonómica es uno de los puntos fundamentales a trabajar con las empresas. Monitores adaptados a las casuísticas de los puestos de trabajo, herramientas de colaboración para crear entornos más dinámicos o equipos con funcionalidades como la iluminación o la gestión del tiempo que permitan mantener una buena salud de los trabajadores.
Sin embargo, nuestra labor como partners tecnológicos puede ir mucho más allá que el mero hecho de vender tecnología. Más allá de los equipos, monitores o software que distribuyamos. Nuestra oferta puede enriquecerse con nuevos servicios de formación TI que permita mejorar las capacidades de los trabajadores y crear una cultura empresarial más digital.
En plena era de los servicios, inmiscuirnos en la tecnología añadiendo nuevos servicios debe ser nuestra máxima y puede ser el inicio de una retención no solo de talento, sino también de clientes. Una cuestión nada desdeñable para un proveedor TI.