La mezcolanza de infraestructuras TI tiende a más. Un caldo de cultivo idóneo para que que los entornos Edge vayan a más. Y lo seguirán haciendo. Al menos así lo ven las previsiones que apuntan a un negocio que en 2027 se acercará a los 19.000 millones de dólares.
El vaticinio de ABI Research para el entorno Edge se ve impulsado por todas las tecnologías que están emergiendo. Desde el casi omnipresente cloud hasta otras como la IA, robótica o el IoT tendrán un impacto en el desarrollo de estas infraestructuras de servidores fuera de los límites habituales.
De los 19.000 millones de dólares previstos para 2027, los desarrollos de operadores generarán 7.000 millones de dólares, los hiperescaladores se quedarán con 790.000 millones de dólares y los proveedores de host neutral gestarán 740.000 millones de dólares.
Los despliegues de nubes privadas, públicas o en casa de los clientes son el día a día de muchos proveedores tecnológicos. Un negocio que seguirá creciendo y construyendo infraestructuras muy heterogéneas donde se mezclen diferentes escenarios para diversas necesidades. La explosión del mundo híbrido no ha hecho más que comenzar.
El mundo híbrido seguirá siendo la tónica general en el Edge. A medida que los contenedores y las API se vuelvan cada vez más habituales en el mundo empresarial, el componente de almacenamiento en casa (on-premises) seguirá teniendo su validez.
«Las integraciones del cloud público, privado y híbrido irá a más, rompiendo los silos de los datos. Las organizaciones son conscientes de la importancia del Edge que les permite crear aplicaciones basadas en Edge que pueden ser integradas en el recto de su estragia. El valor del negocio puede derivar hacia una estrategia de gestión de datos de extremo a extremo», apunta Yih-Khai Wong, de ABI Research.
Aunque parezca que todo va a la nube, nada más lejos de la realidad. Casi la mitad de los desarrollos serán el on-premises, generando un volumen de 10.500 millones de dólares o lo que es lo mismo, el 55% de los ingresos esperados para 2027.
Sin embargo, estos entornos Edge conllevan muchos retos. La ciberseguridad, la gestión de las diferentes infraestructuras asociadas o el movimiento de cargas de una nube a otra supondrán puntos importantes a tener en cuenta. Terrenos donde el valor de los partners será más necesario que nunca para que el Edge sea una realidad factible y útil.