Hemos andado mucho en la industria TI hasta llegar a este 8 de marzo de 2024, día internacional de la mujer. Un camino donde ha habido muchos logros, pero en el que todavía quedan desafíos que abordar. Con motivo de esta efeméride, queremos volver a poner foco en esos retos que nos quedan como industria tecnológica, pero viendo el lado positivo del trayecto andado.
El mundo se ha convertido en otro con la tecnología mediante. Ya no podemos vivir sin un smartphone entre las manos o una aplicación de música. Llevado al plano profesional, los puestos de trabajo se han convertido en pequeños centros neurálgicos de soluciones tecnológica con las que lidiar a diario.
Y en esta revolución tecnológica hemos descubierto que el papel de la mujer sigue estando en un segundo lugar, pero cada vez con mayor protagonismo. El índice de representación va aumentado, la brecha salarial disminuyendo y los techos de cristal se van rompiendo.
Siendo conscientes de que debemos ver el camino andando para seguir adelante, repasamos los retos y logros de la industria TI, donde incluimos al canal de distribución, en los que todas hemos sido parte activa:
Siempre hemos hablado de la baja presencia femenina en la industria tecnológica. Con los años esa brecha sigue vigente, y aún estando en las antípodas de encontrar un equilibrio sano entre géneros, vamos mejorando.
Las estadísticas lo refrendan. Aunque el 47,2% de la población activa en España son mujeres, según el informe «Mujeres e innovación» del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, sólo 1 de cada 3 personas que trabajan en la industria tecnológica hoy en día es mujer, mientras que hace unos años eran una de cada cinco. Otros informes apuntan a que en España solo el 23,47% de los profesionales TIC son mujeres. Un ratio que baja en ramas como la ciberseguridad o inteligencia artificial.
Yendo aún más lejos, el 61% de las empresas del sector TIC no tiene contratada a ninguna mujer, lo que supone un obstáculo para encontrar referentes en determinados ámbitos.
El ratio de mujeres en ciberseguridad ha aumentado un 150%
La falta de referentes es un problema claro que, vemos especialmente en el canal de distribución tecnológico, que trae otras consecuencias. Una baja motivación en carreras STEM para niñas y adolescentes, una falta de confianza en el desarrollo laboral y una visión menos justa y equitativa dentro de las organizaciones.
Son muchas las iniciativas que van promoviendo la enseñanza, el desarrollo y la integración de las niñas, adolescentes y mujeres en el entorno TI. Gracias a ellas, vamos viendo como los niveles de profesionales femeninas va aumentando. En ciberseguridad, por ejemplo, el informe de Tehtris “Mujeres en IT y ciberseguridad” apunta que desde 2013 se ha incrementado un 150% la presencia. Vamos avanzando.
Otro de los grandes retos es la visibilización de directivas tecnológicas. En 2022 tan solo el 15% de los puestos directivos TI estaban ocupados por una mujer. Un porcentaje que poco a poco, y gracias a las políticas de igualdad en las empresas, va aumentando y dejando ver caras femeninas en la industria TI.
En el caso de las empresas con alto o medio nivel tecnológico tan solo el 11% está dirigida por una mujer. En el IBEX-35, por lo menos, el porcentaje ha aumentado hasta un 35,7% de dirección femenina en 2022.
En centros tecnológicos, el porcentaje de directoras se ha duplicado en 8 años
En la dirección de los centros tecnológicos, aunque los valores siguen siendo bajos, el porcentaje de directoras se ha duplicado en 8 años, pasando del 10% en 2014 al 20% en 2022.
Si nos acercamos al retail, donde también hay una parte de tiendas de tecnología, vemos que tan solo el 31% de las direcciones de las empresas en este sector están en manos de mujeres. En Estados Unidos, por ejemplo, el ratio es aún menor, bajando hasta menos de un 10%. Curiosamente hablamos de un vertical donde el 85% de la fuerza laboral son mujeres. Curiosas paradojas que salvar.
La brecha salarial entre hombres y mujeres es otra de las grandes reivindicaciones del feminismo. Aunque seguimos sin cobrar lo mismo por el mero hecho de ser mujer, la diferencia en España es menor que en Europa.
Así, el informe de la Fundación Vass establece la divergencia salarial es del 7,5% menos de la mitad del promedio europeo (15,2%), siendo el sector, de entre todos los que componen la economía nacional, que muestra mejores datos al respecto.
Sin embargo, la transformación digital ha aumentado la vulnerabilidad laboral de las mujeres, con un aumento en el potencial de ser sustituido que dobla al de los hombres, entre 2013 y 2019.
Las soluciones tecnológicas están hechas en gran parte por hombres y como tal, se reproducen ciertos cánones que relegan a la mujer. Lo vemos diariamente cuando, por ejemplo, vamos a buscar una imagen para crear un artículo. En cualquier banco de imágenes ponemos «mujer trabajando» o conceptos similares y los resultados son cuanto menos, curiosos. Por un lado, siempre aparecen hombres y por otro, siempre hay alguna mujer en bikini.
Sin embargo, uno de los ámbitos que más se han debatido alrededor de este sesgo tecnológico tiene que ver con la IA. Las herramientas de Inteligencia Artificial siguen reproduciendo estándares donde las mujeres tienen una representación menor.
Hagamos una prueba más real. Le pedimos a ChatGPT que nos diga 5 nombres destacados de la industria tecnológica y en sus resultados que podemos ver en la imagen siguiente, 0 mujeres. Si ampliamos la petición a 10 ya nos encontramos con 2 (Sheryl Sandberg, la que fue directora de operaciones de Facebook hasta 2022 y Ginni Rometty, ex-CEO de IBM), pero seguimos perdiendo la partida.
Y esto extrapolado a cualquier búsqueda en Google nos encontraremos con resultados similares. Pocos referentes femeninos que se destaquen en una primera instancia, pero cada vez más voces que se alzan frente a este sesgo que poco a poco se irá rompiendo.
Dentro del sector tecnológico, la innovación y el emprendimiento se ha convertido en una baza clave para conseguir hacerse un hueco en el mercado. Un espacio donde las mujeres han sabido encontrar su presencia.
En la última década ha crecido el número de mujeres que emprende un negocio hasta conseguir igualar el 6% que ostentan los hombres (en 2012 la tasa era del 4% en mujeres y del 7,3% en ellos). Así, España es el único país europeo sin brecha de emprendimiento.
Aún así, tan solo 1 de cada 5 startups está liderada por una mujer, según el informe Startup comunity. Una victoria importante en la que es necesario seguir incidiendo con asociaciones como Female Startups Leaders de donde podemos extraer numerosas compañías pioneras con una mujer como protagonista.
La pandemia nos ha ayudado a que la conciliación pase a un primer plano en las cuestiones prioritarias laborales. El sector tecnológico, aliado del teletrabajo y trabajo híbrido, también ha conseguido ser pionero a la hora de instaurar medidas que fomenten una buena combinación entre lo personal y profesional.
Los hijos, las cargas familiares o las tareas domésticas siempre habían sido vistas como un «problema» de mujeres. Y pese a todos los avances, parece que la percepción sigue siendo la misma. Un estudio de Personio nos revela, por ejemplo, que el 66% de las mujeres españolas cree que tener hijos afecta a su carrera profesional, porcentaje que se reduce al 45,5% en el caso de los hombres.
En este mismo estudio, el 88% de las personas que participaron en el estudio creen que su empresa lleva a cabo medidas para fomentar la igualdad entre todos los empleados. Sin embargo, sólo dos de cada cinco encuestados (40%) asegura que en sus empresas permiten acogerse a hombres y mujeres por igual a medidas de este tipo, como el horario flexible o el teletrabajo. Algo avanza, pero más lento de lo que nos gustaría.
En cualquier caso, debemos ver el «vaso medio lleno». El impulso de los últimos años en la industria TI respecto a la igualdad de género ha sido enorme. Han sido muchas las instituciones, empresas y profesionales que se han volcado en esta tarea. Aún queda camino por andar, pero no podemos menospreciar todos los avances dados que nos servirán para coger impulso ¡Vamos a ello!