La digitalización se presenta como una etapa esencial para las corporaciones. La transformación digital no solo es ineludible en la actualidad, sino que también se torna imperativa la salvaguarda de los equipos profesionales frente a las múltiples amenazas cibernéticas existentes. Lograr un equilibrio entre estos dos aspectos se convierte en un requisito fundamental para el funcionamiento, progreso y consolidación de los negocios en sus respectivos campos de acción.
El incremento constante de las amenazas cibernéticas es una realidad innegable. En la actualidad, ninguna empresa, independientemente de su tamaño, está exenta de ser blanco de un ataque, lo que subraya la necesidad de incluir la protección como un componente integral de cualquier estrategia de digitalización. Ya no se trata únicamente de instalar un antivirus, sino de desarrollar un plan estratégico que permita estar preparados ante cualquier eventualidad, además de adoptar prácticas que resguarden de manera efectiva el negocio.
Las consecuencias de un ataque pueden manifestarse en diversas formas, dependiendo del nivel de preparación de la empresa. Desde un equipo que experimenta ralentización o comportamientos inusuales hasta la interrupción indefinida de los servicios ofrecidos. Estos incidentes pueden derivar en la pérdida de información crítica o archivos importantes, daños a la reputación e incluso el bloqueo total de la actividad comercial.
En todos estos escenarios de protección empresarial, los equipos están involucrado de alguna manera
La repercusión de los ciberataques se ha evidenciado en numerosos casos, desde proveedores que prestan servicios a grandes corporaciones y se convierten en el «eslabón débil», hasta pequeñas empresas que no han implementado medidas de protección y han expuesto datos sensibles de sus clientes, como contraseñas o información bancaria.
En todos estos escenarios, los equipos empresariales están involucrado de alguna manera. Ya sea el portátil desde el cual un empleado hace clic en un enlace, o la computadora de escritorio que se ve afectada por un ransomware, los equipos de trabajo representan un vector de ataque que visibiliza los ciberataques. Además, se suma la posibilidad de robo o daño físico de los equipos durante viajes o en modalidades de trabajo híbrido. Por tanto, incorporar medidas de seguridad robustas para proteger los equipos se convierte en un elemento esencial del plan de protección.
En este contexto, las recomendaciones que presentamos aseguran unos equipos empresariales protegidos y en alerta ante cualquier irregularidad. A lo largo de este artículo, revisaremos algunos de los consejos más relevantes para proteger tanto los sobremesas como los portátiles en el entorno empresarial.
Siempre actualizado
Es la base de una buena estrategia de seguridad para cualquier compañía. Contar con la última tecnología que permita estar alerta ante cualquier posible incidencia en los equipos empreariales.
Siendo las grandes empresas tecnológicas, como HP o Microsoft, las que están diariamente innovando y descubriendo vectores de ataque, son ellas mismas las que son los mejores aliados para la protección empresarial.
Así, estar siempre actualizado a las últimas versiones del sistema operativo o software que se utilice da acceso a los últimos parches de seguridad y novedades que se implementan para mejorar la protección de los equipos.
Contraseñas robustas
Aunque pueda ser uno de los consejos más escuchados, no siempre es el más contemplado por las empresas. Y es que las contraseñas son otra de las patas fundamentales de protección de los equipos.
Ya sea para el inicio de la sesión de un portátil o el acceso a archivos concretos, las contraseñas son una barrera más que dificulta la tarea a los cibercriminales.
Sin embargo, es imprescindible que esta contraseña sea algo más que un «1234» o «admin». Debe constar de números, letras y símbolos en mayúscula y minúscula que hagan más complicado su averiguación. Cuánto más difícil sea, más protegidos estaremos.
Servicios de protección de confianza
Contar con una solución de seguridad preparada para proteger un equipo es otro de los elementos esenciales. Aquí podemos hablar de antivirus, firewall, gestor de contraseñas o cualquier otra solución que establezca una seguridad.
En este sentido, ya hay muchos equipos con seguridad incorporada. Lo podemos comprobar con la gama de HP con HP Wolft Security. Esta plataforma permite gestionar la seguridad de los equipos. Una solución que se incorpora de serie y garantiza protección de usuarios y empresas ante todo tipo de ciberamenazas.
Partiendo desde un enfoque “Zero Trust”, HP Wolf Security aprovecha tecnologías como el firmware autorreparable, la detección de amenazas en memoria o el uso de la inteligencia basada en la nube para reducir la complejidad y la superficie de ataque. Además, permite localizar, bloquear y borrar de forma remota un ordenador perdido o robado, o supervisar los comportamientos de las impresoras asociadas.
Con ello, se ofrece una seguridad integral que atiende las necesidades de toda la empresa, construyendo una defensa mejorada en cualquier lugar y momento.
Atención a las URLs y remitentes
El correo electrónico es otro de los vectores de ataque más comunes. Desde el mismo se puede recibir el correo de un compañero de finanzas que adjunta una nómina o el del director general que nos insta a descargarnos unos informes. Detrás de estas cotidianas situaciones se puede esconder una ciberamenaza.
Y es que pinchar en un enlace que promete una descarga de un contenido, programa o el acceso a unos datos de un compañero, puede ser el inicio de la propagación de un ataque.
Así, como recomendación general es importante revisar los remitentes y urls en las que se hace click, y valorar si realmente el mensaje tiene sentido o es coherente con el remitente. Si se tienen dudas, en muchas ocasiones, puede que estemos ante un intento de ataque y sea mejor, consultar con el remitente antes de pasar a la acción.
Copias de seguridad
Por último, aunque no menos importante, están las copias de seguridad. Pese a que el día a día en una pyme es trepidante, es imprescindible establecer una estrategia de gestión documental que proteja la información y permita su acceso, aún cuando el negocio haya sido atacado.
El planteamiento más común es el 3, 2, 1, es decir, tres copias de tus datos; dos de las copias de seguridad deben estar almacenadas en diferentes tipos de medios, y al menos una copia de seguridad debe estar almacenada fuera del sitio o en la nube.
Este tipo de estrategias se deben contemplar para todos aquellos archivos esenciales en el negocio: información bancaria, datos de empleados, informes de clientes son algunos ejemplos.
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