Ser sostenible no parece ser ya solo mera apariencia sino que cuenta con una partida presupuestaria para poner en acción iniciativas encaminas a cuidar el medio ambiente. La sostenibilidad ha entrado de lleno en el mensaje de las empresa, pero también en sus presupuestos y está intrínsecamente ligada a la innovación y uso de una tecnología más eficiente y responsable.
La sostenibilidad ya ocupa el 10% de los presupuestos de I+D+i del 62% de las empresas a nivel mundial. Así lo revela un estudio de Ayming que pone de relieve que tan solo 2 de cada 10 aseguran que esta cifra alcanza en la actualidad hasta el 20%.
De hecho, la sostenibilidad se ha colado entre las principales prioridades empresariales para el 31% de las organizaciones. Si nos fijamos en los resultados locales, el porcentaje baja ligeramente hasta un 27%. Aún así, sigue siendo relevante para las compañías y es la primera vez que está en esos puestos.
El 77% de las empresas españolas han incrementado el presupuesto destinado a la innovación
Entre los principales motores que impulsan a las compañías nacionales a invertir en innovación sostenible, el desarrollo de políticas relacionadas con la Responsabilidad Social Corporativa continúa a la cabeza como principal razón para la inversión. Un 46% de las compañías señalan este motivo, seguido de las razones relacionadas con el cumplimiento regulatorio y la reputación de marca (45%) y la demanda de los consumidores consecuencia de las tendencias de mercado (44%). La ventaja competitiva (44%) y la mejora de la eficiencia (43%) también destacan como principales razones para la inversión en innovación sostenible.
Aunque en el estudio mencionado España no parece un país atractivo para desarrollar innovación, si que somos un propulsor de sostenibilidad. Nuestro país es clave para el impulso de las energías renovables por su ubicación geográfica y para la descarbonización, dos ámbitos en los que trabaja el sector tecnológico en pro de nuestro planeta. Tanto es así que el 77% de las empresas españolas han incrementado el presupuesto destinado a la innovación respecto al año anterior, es decir, 8 puntos más la que media global (69%). De hecho, el 46% afirma disponer de un presupuesto definido para acometerla.
El informe evalúa las líneas de trabajo de las empresas en materia de sostenibilidad. En este sentido, la reducción de consumos, ahorro de costes y reducción de la huella de carbono son las principales metas en este entorno.
La mayor parte de las compañías españolas (41%) asegura que dedica principalmente la inversión en I+D+I sostenible al desarrollo de fuentes de energía renovable, seguido de la reducción y reciclado de residuos (35%), la reducción de consumo de energía y la implementación de materiales y envases sostenibles (31%).
La aplicación de tecnología pensada para el desarrollo de la economía circular y la preservación de la biodiversidad (27%) destacan también entre las áreas a las que las empresas españolas destinan su innovación sostenible. En relación a la media global, el reparto de la inversión entre los países del entorno resulta similar al nacional, destacando el 36% de las empresas que destinan su inversión a las fuentes de energía renovable y el 35% a la reducción y reciclado de residuos.
Sin embargo, todavía hay obstáculos que impiden un mayor desarrollo sostenible. Casi 4 de cada 10 empresas nacionales señalan a la inversión inicial elevada y la priorización de los objetivos financieros a corto plazo como las principales barreras. También el 37% alude a la falta de incentivos fiscales y el 35% a la falta de concienciación.
Con todo ello está claro que las empresas ya miran la sostenibilidad como una parte fundamental de su política empresarial. No obstante, todavía queda un recorrido para conseguir que sea una parte fundamental de sus prespuestos, especialmente, en los entornos de mediana y pequeña empresa donde la digitalización va mucho más despacio y conceptos, como el cuidado al medio ambiente están por debajo de las prioridades.