Ni todas las empresas son iguales ni todas necesitan la misma tecnología para funcionar. Pero lo que está claro es que la conectividad debe estar en todas ellas como una parte intrínseca de su transformación digital. Y en este camino hay muchas necesidades que abordar y tener en cuenta de la mano de los switches.
Un switch no deja de ser un dispositivo que conecta diferentes equipos, impresoras, teléfonos, servidores o cámaras IP, entre otros, a través de una red de área local o red LAN. Desde sus puertos se puede desplegar una red empresarial que permita trabajar a un equipo.
Además, los switches se pueden encargar del acceso a Internet porque en toda red empresarial debe sustituirse el router de la operadora por routers profesionales con firewall/VPN, desde los cuales se hará la conexión a los switches del core de red, y desde allí al resto de conmutadores de las capas de agregación y acceso.
Los switches ofrecen también una capa de seguridad desde la que proteger toda la red empresarial. Un punto fundamental teniendo en cuenta que muchas amenazas entran en las organizaciones por esta vía, siendo uno de los vectores de riesgo más habituales.
Y es que son estos dispositivos de conectividad los que garantizan una mayor protección, aprovechamiento óptimo de la infraestructura de red y mejora del rendimiento. Ahora, el siguiente paso es saber cuál elegir.
Como podríamos responder en casi cualquier proyecto tecnológico, depende. Son muchos los factores que influyen en la definición de la conectividad empresarial y el switches es eje central de esa planificación.
Los entornos de trabajo donde actúan los switches pueden ser muy diferentes. Desde una oficina en la que se centraliza el despliegue hacia los equipos de empleados y periféricos, una fábrica en la que las máquinas también se conectan a la red o un centro docente, donde son diferentes tipos de usuarios (alumnado, profesorado y personal no docente) los que necesitan acceso con diversos privilegios.
Sin embargo, para cada una de las casuísticas hay un tipo de switches y planeamiento de red empresarial que puede ayudar a que la gestión, seguridad y mantenimiento sean el gran valor de esta conectividad.
Los switches se pueden dividir en no gestionados, gestión básica y avanzada
Los switches se pueden clasificar en aquellos que no tienen funcionalidades de red (no gestionados), los que tiene una pequeña funcionalidad básica y aquellos que incluyen herramientas más avanzadas de administración.
Cada uno de ellos cuenta con ventajas que pueden ser más o menos interesante en cada caso, pero en cualquier caso suponen un apoyo inestimable para cualquier red local y el soporte de una red WiFi.
En el caso de las opciones sin gestión están preparadas para entornos muy simples en los que se construye una red cableada para varios equipos y poco más. Aquí prima ofrecer conectividad con el máximo rendimiento, velocidad y evitando cuellos de botellas.
Los switches gestionados están pensados para casos más complejos. Los menos avanzados pueden servir para oficinas un poco más grandes o pequeños establecimientos que necesitan una cierta flexibilidad, pero a la vez cierto automatismo para que la red sea el menor de los problemas. En el caso de los switches más avanzados con interfaz de configuración son fundamentales para entornos donde hace falta dar diferentes opciones, según usuario; ofrecer seguridad más específica o dar funcionalidades de más valor.
Para elegir la opción adecuada de switches para empresa, será necesario trabajar en estas líneas:
Teniendo en cuenta todos estos parámetros y las necesidades específicas de cada proyecto, podríamos buscar el o los switches adecuados para cada organización. Pero si aún así quieres saber más sobre este tema, te invitamos a descargar el siguiente documento técnico donde ofrecemos una guía completa de switches con la que terminar de entender y conocer el mundo de los switches. ¡No te lo pierdas!