El valor diferencial entre la implantación del teletrabajo en España y en el resto de la UE ha ido incrementándose considerablemente durante los últimos meses. En relación con otros países del viejo continente, esta nueva fórmula no ha triunfado ni se ha consolidado en España, donde durante la pandemia fueron muchos los sectores que se adaptaron a ella.
El último sector que lo abandona parcialmente es el de la Administración Pública. En las últimas horas hemos conocido que los funcionarios se quedarán sin dos días de teletrabajo a la semana a partir de noviembre. Actualmente, de los 55.000 funcionarios con los que cuenta el Estado, unos 22.000 trabajadores públicos desempeña su labor desde casa, al menos dos días a la semana.
La propuesta de incrementarlo a tres días queda suprimida y, a partir del 1 de noviembre, decaerá el plan de ahorro energético y la normativa únicamente permitirá teletrabajar el 20% de la jornada, es decir, un día a la semana. Dicho esto, el teletrabajo en España se ha convertido en una opción laboral en peligro de extinción.
El equipo de trabajo del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) ha elaborado un estudio reciente titulado ‘El teletrabajo en España. Antes, durante y después de la pandemia. 2022’. En el mismo se recoge que el 39% de las personas en España que teletrabajan desearían mantener esta rutina y el 34% aumentar las horas destinadas a ello. Por el contrario, solo al 26% le gustaría reducir el tiempo invertido.
La pandemia se convirtió en el mejor aliado del teletrabajo. La situación sanitaria obligó a su implantación inminente, pero antes de marzo de 2020 tres de cada cuatro personas no había trabajado de ese modo nunca. De hecho, el 32% de la población comenzó a teletrabajar en 2020, poseyendo España el décimo porcentaje más bajo de toda la UE.
En la primavera de 2021 se teletrabajaban en España unas 15 horas semanales a distancia
De igual modo, se apreció una tendencia a la desaceleración del teletrabajo conforme a las restricciones fueron desapareciendo. En la primavera de 2021 se teletrabajaban en España unas 15 horas semanales a distancia, superando Portugal y Francia este tiempo en dos y tres horas, respectivamente.
El 84% de la población española desearía teletrabajar
El teletrabajo ha quedado demostrado que es la mejor fórmula para poder conciliar el empleo y la vida personal y familiar. De hecho, aquellas personas que no tienen la posibilidad de acceder a él son quienes más lo añoran. Según el citado informe, el 84% de la población española desearía teletrabajar. Se trata del tercer porcentaje más elevado de la UE, por detrás de Finlandia y Suecia.
Hay ámbitos laborales, como la educación o el sector inmobiliario, en los que pese a que el teletrabajo es posible no triunfa y se opta por la opción presencial. Las industrias donde más se teletrabaja son las tecnologías digitales, las actividades profesionales, científicas y técnicas y en el ámbito financiero.
En este mismo estudio se hace alusión a la ‘Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares 2021’ del INE. En ella se recoge que unos 12 millones de personas (el 65% de la población ocupada) dispone de un empleo que no les permite trabajar al tratarse de una industria relacionada con la producción de bienes materiales. Hablamos de la agricultura, la industria manufacturera o la construcción, o bien, porque son actividades relacionadas con la atención presencial al cliente, como la hostelería o el comercio.
Los sectores que más teletrabajan son el tecnológico, inmobiliario, finanzas y seguros
El teletrabajo en España se vincula a profesiones que permiten trabajar con un ordenador desde casa o desde espacios de coworking. En este sentido, el sector tecnológico impera en el ranking con el 87,9% de las personas ocupadas con la posibilidad de trabajar desde casa. El 74% teletrabajaba justo en la semana previa a la realización de dicha encuesta.
Le siguen de cerca las actividades inmobiliarias, donde el 87,2% puede teletrabajar, pero solo el 37,1% ha teletrabajado. Por su parte, las actividades financieras y de seguros permiten el teletrabajo en el 86,7% de los casos, pero solo el 51,3% de los profesionales asegura haberlo implantado. Cierra el ranking las actividades profesionales, científicas y técnicas, que da la opción en un 80,7%, pero donde solo impera en el 54,5%.
Merece un capítulo especial, ya que presenta una situación muy similar al sector inmobiliario. Pese a que permite la opción del trabajo a distancia, algo que quedó demostrado durante la pandemia y que aún se mantiene en varias instituciones, no destaca precisamente en el ranking.
El 60,1% de los ocupados puede teletrabajar y desarrollar sus obligaciones desde casa, pero únicamente el 20,5% apuesta por esta modalidad. Y es que en el ámbito de la enseñanza aún se da prioridad a la fórmula presencial.
Como se ha comentado con anterioridad, la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca lideran el ranking de los sectores con menor implantación del teletrabajo. El 6,7% puede teletrabajar, pero solo lo hace el 1,5%. Le siguen la hostelería (un 7% puede teletrabajar, pero se implanta en el 1,9%) y otros servicios (del 13,3% lo sigue un 7,3%).
El teletrabajo sigue siendo un reto para el mercado laboral español, ya que tanto la captación como la retención del talento puede depender, en gran medida, de su gestión.