Las empresas productivas cuentan con diferentes aliados para alcanzar sus objetivos de negocio. Y es que cuanto más productiva es una organización, más posibilidades de generar negocio y evolucionar positivamente. De ahí que sea una meta prioritaria.
Aunque todas las empresas buscan maximizar la productividad de sus equipos, no todas lo hacen de la forma adecuada. Es por ello que como partner tecnológico también podemos invertir tiempo, esfuerzos y negocio en ayudar a las empresas a conseguir esa eficiencia operativa que necesitan. ¿Cómo? Fijándonos en ciertos parámetros claves en las empresas productivas que de una forma u otra están estrechamente ligados a la tecnología.
Equipos y herramientas
Empecemos por lo que más nos compete como partners: la tecnología. Y es que los dispositivos y herramientas que se adoptan en una compañía son claves para que los trabajadores puedan rendir más y mejor.
Aquí nos podemos enfocar en diferentes aproximaciones: desde los propios equipos de trabajo, ya sean ordenadores o monitores, hasta las soluciones de trabajo diarias, ya sean programas de gestión empresarial, ofimática, colaboración o programación. Dependiendo del área de cada departamento o negocio, tendremos que centralizarnos más en unos u otros y buscar aquellos que más enriquecen la compañía.
Ergonomía
Pero implantar una tecnología especializada en una compañía no sea suficiente, si tenemos a un equipo con un entorno poco productivo. Aquí no solo hablamos de la tecnología, que también, sino además de las condiciones de trabajo generales (iluminación, mobiliario..). Y es que crear un espacio de trabajo ergonómico hará que los empleados estén mucho más cómodo en un lugar en el que deben invertir muchas horas de su día a día.
La ergonomía no solo debe pensarse en términos de oficina, sino en cualquier lugar desde donde el trabajador ejerza sus funciones. Podemos hablar de un comercio, una fábrica o del propio hogar, en el caso de empresas con modelos híbridos.
Motivación
Sin embargo, hay que ir más allá de la propia tecnología, o de la mano de esa tecnología, buscar otros beneficios. Entre ellos, destacamos la motivación, muy ligada al bienestar emocional de los trabajadores. Un equipo motivado es mucho más proclive a sacar el máximo de sí mismo y remar por el bien común, y por tanto, fomentan las empresas productivas.
Pero ¿Cómo conseguimos esa motivación? Hay muchas fórmulas. Desde herramientas que aporten beneficios sociales a los trabajadores hasta promoviendo medidas de conciliación laboral y familiar o una mayor colaboración con soluciones especificas.
Además, debemos pensar la motivación como algo aparentemente intangible, pero que se refleja perfectamente en el fluir de los negocios. Cuanto más eficiente y sencillo sea el día a día, más posibilidades habrá de tener un equipo motivado.
Gestión eficiente
Si detrás de toda la tecnología, medidas de trabajo motivadoras y ergonomía, no hay una gestión eficiente de los recursos, será complicado mantener un buen nivel de productividad.
Y es que administrar bien los recursos, entender y formar a los trabajadores para sacar el máximo rendimiento, y fomentar un espíritu colaborativo en una empresa productiva es clave.
Para encaminarse hacia esa meta, podemos echar mano nuevamente de la tecnología, unida a los procesos estructurados, sencillos y transparente para todos los miembros de la organización. Ahí estará el secreto de las empresas productivas.
