La llegada a las empresas del nuevo soporte informático Windows 11 parece haberse ralentizado como consecuencia del dificultoso panorama económico actual. Y es que además de este hecho de carácter mundial, otro factor importante ha sido la pandemia del Covid-19, que afectó a las cadenas de suministro, o la caída poderosa de la demanda de PC.
Desde Microsoft se mantiene que el nuevo sistema operativo ha sido muy bien recibido por todos los usuarios, organizaciones empresariales y los profesionales de las TI, sin embargo Linn Huang, vicepresidente de investigación de dispositivos y pantallas IDC, mostró su reciente preocupación. Para Huang el lanzamiento del sistema operativo a finales del año 2021 llegó en un momento muy complicado para el mercado.
La preocupación gira ahora sobre si dado el panorama económico actual y si éste no mejora, si finalmente seguirán las migraciones de los usuarios hacia Windows 11 como parece haberse iniciado.
Además, otro problema parece sobrevolar a la compañía y es que cada vez son más las empresas que parecen estar empleando dispositivos de Apple por lo que podrían hacer uso de otras plataformas que no sean las de Microsoft. El propio Huang declaró que:
“en muchos casos, los PC con Windows 10 podrían no migrar a Windows 11. MacOS es muy, muy fuerte”.
Los diferentes expertos en la materia creen que a pesar de esta situación adversa, las diferentes compañías irán adoptando el nuevo soporte informático de manera progresiva y pausada a lo largo del próximo año 2024. Este hecho vendrá fundamentalmente marcado por el final de Windows 10, y es que este soporte parece tener su fecha límite en el 2025.
Pero hasta que tal hecho ocurra, parece que Windows 10 sigue contando con la confianza de las empresas y es que éste continúa ganando el terreno dentro de la informática empresarial. Huang cree que el punto de inflexión se situará en el año que viene, y es que después de prácticamente dos años del lanzamiento del nuevo sistema operativo, su empleo ya se sitúa en torno al 25% y al 30%.
Por su parte, StatCounter ha comunicado que la empleabilidad de Windows 11 ya se sitúa sobre el 29%. Sin embargo, sea como fuere, estos datos anunciados aun se encuentran muy alejados del 67% que maneja Windows 10.
Para Linn Huang estos datos comenzarán a variar a favor del nuevo soporte informático a principios de 2024:
“Hoy estamos probablemente entre un cuarto y un tercio de la base total instalada. Pero podemos esperar una fuerte evolución a partir de finales de este año y el año que viene”.
De igual modo ha declarado que muchas empresas ya han empezado a migrar a algunos usuarios a la versión 11.
Lo cierto es que Huang parece no ir desencaminado y es que ya algunas empresas se encuentran a más de la mitad de la migración o ya han acabado dicha transición. Otras en cambio parece que aun no han iniciado el proceso por lo que será a lo largo del próximo año cuando este sea una realidad.
El 90% de las empresas que figuran en la lista Fortune 500 ya se encuentran probando Windows 11
En relación a ello, Satya Nadella, CEO de Microsoft, declaró que el 90% de las empresas que figuran en la lista Fortune 500 ya se encuentran probando Windows 11, aunque la situación cambia para las compañías de menor tamaño, y es que el director de investigación de Gartner, Ranjit Atwal, opina que éstas realizarán un proceso migratorio mucho más lento debido a la actualización de los ciclos.
La gran parte de las migraciones comerciales a Windows suelen producirse sobre 18 o 24 meses antes de la fecha de finalización del soporte de la versión actual, siendo para Windows 11 octubre de 2025. El vicepresidente de investigación de dispositivos y pantallas IDC, opinó que la situación macroeconómica se ha convertido en el principal problema para lograr la totalidad de la migración empresarial.
Al respecto, Linn Huang dijo que “creemos que mucho de esto habría sucedido en serio en el cuarto trimestre de este año, pero las macros han despejado muchos proyectos en 2024”.
A tal efecto, y dado el panorama económico, la duda que sobrevuela ahora es si finalmente las empresas se mudarán al nuevo soporte informático en el próximo 2024, o en cambio habrá que esperar al 2025, un hecho que parece poco probable y es que de producirse las organizaciones correrían el riesgo de no cumplir con la fecha límite de finalización del soporte.