Perder el rumbo sin brújula es fácil y puede llevar a tomar decisiones erróneas. Esta situación es aplicable a todos los aspectos de nuestras vidas, pero adquiere mayor relevancia en el ámbito tecnológico.
Inteligencia artificial, cloud, ciberseguridad, datos, robotización, son tecnologías que solo aportan valor si la empresa cuenta con una estrategia adecuada. Para ello, es fundamental disponer de especialistas TI y es justo ahí donde comienzan los problemas.
La realidad apunta a que solo el 17% de las pymes cuentan con estos perfiles, un poco más que el dato de 2021, que era del 16,4%. Pero además esta cifra baja al 1,2% en el caso de las microempresas. Datos extraídos del último estudio sobre Tecnologías digitales en la empresa, realizado por ONTSI.
Se trata de cifras extraordinariamente pobres para los objetivos digitales propuestos desde los principales agentes económicos, políticos y europeos, con el fin de reactivar el sector productivo y hacerlo más competitivo.
A esto se le añade la escasez de talento. España necesita dos millones de especialistas en tecnología de la información (Deloitte) para liderar la digitalización de los negocios. En España ya hay 124.400 vacantes de perfiles digitales que las empresas no logran cubrir.
Contar con un experto en tecnologías de la información es crucial no solo para diseño, implantación y mantenimiento de los sistemas en las compañías, sino también para evaluar las necesidades tecnológicas de cualquier empresa, siendo determinantes en la eficiencia operativa.
Estos perfiles, son los responsables de alinear la tecnología con la estrategia de negocio impulsando acciones en materia de innovación, y transformación digital.
La escasez de especialistas en TI afecta negativamente el rendimiento y la competitividad de las empresas, manifestándose en la pérdida de productividad, aumento de costos, disminución de la innovación y la incapacidad de adaptarse rápidamente a las tendencias y cambios del mercado. Ante este panorama, los partners tecnológicos llevamos años asumiendo la responsabilidad de gestionar las necesidades de TI de las organizaciones, desde la infraestructura y la seguridad hasta el soporte técnico y la implementación de nuevas tecnologías.
«Los partners tecnológicos llevamos años asumiendo la responsabilidad de gestionar las necesidades de TI de las organizaciones»
Las empresas se benefician al acceder a expertos en TI altamente calificados y con experiencia en diversas áreas. Reducen costos, ya que no es necesario contratar y retener personal interno. Logran mayor flexibilidad para adaptarse a las necesidades cambiantes del negocio.
Innovan y se actualizan, poniendo el foco en la mejora continua. Lo cierto es que la falta de conocimiento frena a numerosas empresas a invertir y gestionar el cambio, y es todo un lastre para enfrentar los desafíos de la era digital y mantenerse competitivas en el mercado.
Los partners tecnológicos desempeñamos un papel crucial en el crecimiento y la transformación de las empresas, proporcionando no solo las herramientas y soluciones necesarias, sino también el conocimiento y la experiencia en el sector tecnológico.
Nos convertimos en extensiones del equipo de la empresa, aportando valor a través de nuestra experiencia, lo que permite a las organizaciones mantenerse a la vanguardia de la innovación y ser más competitivas en el mercado.
La escasez de especialistas TI en las empresas es un desafío que puede ser superado mediante la colaboración con partners tecnológicos. La inversión en tecnología y la formación de alianzas estratégicas permite a las organizaciones maximizar su potencial de crecimiento, mejorar la eficiencia operativa y mantenerse competitivas en un entorno cada vez más digitalizado y cambiante. Y sobre todo, lo que es más importante, aportamos esa brújula tan necesaria hoy para tomar decisiones acertadas en el mundo tecnológico.
La tecnología ya no es solo un elemento del back office que facilita la reducción de costes, sino también ahora es un elemento generador de valor y crecimiento y contar con asesoramiento experto es la única vía para una adecuada y acertada gestión del cambio.