Como partner dedicado al mundo de la ciberseguridad o con potencial para entrar en él, en alguna ocasión te has tenido que enfrentar a la decisión de seleccionar el fabricante de ciberseguridad que mejor se adapta a tu modelo de negocio y necesidades del cliente final. Un proceso complicado donde la elección que hoy parece la acertada, mañana puede ser la equivocada.
Es evidente que todo no dura para siempre y muchos fabricantes de ciberseguridad que hoy están en la cúspide del canal, mañana cambiarán su estrategia y se desentenderán de aquellos socios menos rentables. Sin embargo, lejos de las evoluciones naturales, lo cierto es que los primeros pasos en una relación entre partner y fabricante pueden marcar el inicio de algo bonito si realmente se dan de la forma adecuada.
Comenzar de la mejor manera posible con un fabricante de ciberseguridad es esencial para garantizar una relación de beneficio mutuo. Y para ello, te proponemos 6 dudas que plantear antes de empezar a trabajar con cualquier proveedor en este entorno.
En el contexto creciente de ciberamenazas estar preparado para todo es el primer paso. Esto incluye el contar con una solución capaz de detectar y responder a cualquier ataque en cualquier momento. Las ya famosas soluciones EDR o XDR por ser casi de obligada necesidad.
Por ello, ahondar en las funcionalidades del fabricante de ciberseguridad en torno a este apartado es clave. Así, nos podremos respaldar de una solución que garantiza protección, pero además es responde ante cualquier alerta.
Una solución SIEM enriquece la analítica de las ciberamenazas con alertas en los endpoint que se relacionan con la red y ofrecen una información adicional que permite identificar puntos críticos o atacados.
Es por ello que preguntar acerca de estas herramientas nos mostrará la capacidad del fabricante de ciberseguridad de alimentarse de diferentes fuentes y entender lo efectiva que puede ser la solución a la hora de analizar datos, redes o aplicaciones de terceros, entre otros.
Podemos estar ante un fabricante de ciberseguridad líder en su ámbito o con años de experiencia y trabajo con el canal de distribución. No obstante, si este cuenta con un proceso de onboarding complicado o para el que no estamos preparados, puede que la relación no termine siendo todo lo buena que ambas partes quieren.
En este sentido, es esencial ver en qué punto de capacitación estamos como partner y hasta dónde estamos dispuestos a llegar con ese proveedor. Si la cuesta se nos antoja demasiado empinada, puede que no consigamos ascender.
Ligado al punto anterior debemos conocer desde qué punto partimos como partner. Entender que no es lo mismo si somos un proveedor de servicios de seguridad que si somos un revendedor de equipos que quiere ampliar su negocio con la ciberseguridad.
En este punto, profundizar en los programas de formación y en los procesos con los que cada fabricante cuenta nos ayudará a saber si estamos ante la figura que se amolda a nuestras necesidades.
Muchos fabricantes en este segmento han llegado al mercado al calor de la oportunidad y ni tienen recursos desplegados en España ni cuentan con las herramientas para dar soporte al canal que van construyendo.
Por ello, este es otro punto básico, más aún en la era de los ciberataques a discreción. Y es que tener claro el plan de actuación frente a una incidencia es básico para saber qué apoyo tendremos en caso de necesidad.
Aunque seguramente es el último a tratar, no quiere decir que no sea fundamental. Tanto el precio como la comisión de los partners son otra de las grandes cuestiones a tratar antes de comenzar a trabajar con un fabricante de ciberseguridad.
Aquí nos encontraremos con políticas de todos los colores y sabores. Algunos que irán beneficiando más a los partners más comprometidos u otros que unificarán ventajas para todo su canal de distribución. Diferentes aproximaciones que siempre hay que tener en cuenta.