Los mensajes en torno al Big Data, Cloud o IA son continuos. La adopción de estas tecnologías como parte o todo de soluciones de todo tipo es evidente y se prevé que vaya a más. Sin embargo, no son ni mucho menos las únicas tecnologías en las que las empresas se fijan a la hora de invertir.
A nivel general, la inversión mundial en tecnología espera crecer un 4% durante este 2023, según previsiones de Gartner. Aquí los principales beneficiarios serán el software y los servicios TI que elevarán sus dígitos y donde se concentrará gran parte de las nuevas partidas presupuestarias.
Pero yendo más al detalle, dentro de esas categoría hay claras oportunidades. Algunos estudios apuntan que el 75% de los negocios esperan invertir de alguna manera en Big Data, Cloud o IA en los próximos cinco años. Un porcentaje elevado que incluye soluciones de todo tipo: desde la colaboración hasta el almacenamiento pasando por la gestión empresarial o desarrollo de nuevas aplicaciones. Pero aún hay más.
Hablar de segmentos crecientes en el tecnología es casi hablar todo el sector. Poco o mucho casi todas las áreas se mantienen en alza o en comportamiento plano lo que incita a ver muchas oportunidades. Sin embargo, hay áreas que son mucho más fructíferas, y lo serán en los próximos años.
Más allá del mencionado Big Data, Cloud o IA, tenemos otros segmentos como la ciberseguridad que es imparable. Con crecimientos por encima del 10% pronosticados para este año, la protección empresarial se erige como un foco clave.
Pero también hay otros nichos más tradicionales y que ocupan menos titulares que siguen siendo esenciales para el negocio TI. Aquí hablamos de la venta de servidores o componentes de infraestructura, telecomunicaciones o networking, entre otros. Ámbitos que año a año muestran que siguen creciendo y reinventándose sobre la misma rueda.
Y sobre todos ellos está el valor. Ese concepto intangible que es el que más buscado por clientes finales y donde que es la verdadera fórmula del éxito de los partners. Un valor que se puede dar de muchas maneras: con servicios, con tecnología disruptiva o con procesos innovadores, pero que necesita ser palpable para transformarse en una fuente de ingresos de futuro.