El mundo de las redes y la ciberseguridad avanzan a pasos agigantados hacia una convergencia en muchos puntos como el 5G y el SASE. Dos caras de una misma moneda que están más conectadas de lo que pueda parecer. Y es que la ciberseguridad ya es transversal a cualquier concepto tecnológico, incluidas las redes 5G.
Si definimos el SASE hablamos del perímetro de servicio de acceso seguro, es decir, la arquitectura cloud desde la que se ofrece servicios de red y seguridad destinados a proteger a los usuarios, las aplicaciones y los datos. Este término fue acuñado por Gartner en 2019 y se ha popularizado rápidamente.
En el caso del 5G es evidente que la siguiente generación de red móvil supone un antes y un después en materia de ancho de banda, latencia y seguridad. Un espacio que poco a poco va ganando adeptos en terrenos tan incipientes como el metaverso o el IoT. De hecho, se espera que los operadores ingresen 625.000 millones de dólares en 2027 a cargo de esta tecnología.
Efectivamente, la quinta generación de tecnologías inalámbricas está madurando rápidamente, y si un departamento de redes aún no lo ha incluido en su estrategia, no hay mejor momento. Netskope explica cómo el 5G asegura tres beneficios clave:
En este sentido, a medida que la arquitectura y topología de red cambia, también lo debe hacer la ciberseguridad. Es por ello, que aprovechar los beneficios del SASE permite complementar el 5G de forma natural.
Esta es la razón por la que SASE y 5G se complementan de forma natural. Un departamento de redes puede aprovechar la conexión de alta velocidad y baja latencia para proporcionar acceso a la nube SASE, facilitando a los usuarios acceso directo, sin obstáculos, seguro y controlado a aplicaciones SaaS, web o ZTNA, así como la conectividad de sitio a sitio o de sitio a nube/centro de datos que IoT o aplicaciones heredadas requieren. Todo orquestado a través de una única plataforma SASE. Con toda la conectividad a través de la misma solución, la telemetría, el registro y los datos de auditoría estarán disponibles en un solo lugar para una mejor eficiencia operativa.
La introducción en proyectos 5G requiere, además de una solución SASE, un enfoque de confianza cero. Con él se debe verificar la ubicación, el dispositivo y la sesión del usuario antes de permitir la conexión y restringir el acceso para reducir la superficie de ataque. Para beneficiarse del rendimiento y la agilidad del 5G, los responsables de TI deben asegurar que la arquitectura de seguridad no limita la red ni a los usuarios.
Al combinar 5G de alta velocidad con una WAN definida por software (SD-WAN), se puede transformar su arquitectura mediante el aprovisionamiento sin intervención, la automatización inteligente y la supervisión. Con ello se consigue una rápida configuración y desmontaje de ubicaciones remotas seguras y de alto rendimiento, ampliando la WAN corporativa más allá de las sucursales remotas tradicionales.
“5G y SASE prometen alterar el espacio tradicional de las redes y la ciberseguridad. Ofrece la oportunidad de rediseñar su red y aprovechar un mayor rendimiento, agilidad y seguridad, al tiempo que reducen los costes y simplifican las operaciones”, concluye Steve Foster, Solutions Engineering Manager de Netskope.
Por otro lado, la capacidad de SD-WAN para proporcionar operaciones simplificadas de controles de red complejos, como la optimización de WAN, la calidad de servicio y la conmutación por error y recuperación automatizadas, auspicia que los departamentos de red puedan recuperar la gestión de su red sin elevados gastos operativos.