El periodo de incertidumbre económica actual al que las empresas tienen que hacer frente supone un gran reto para ellas, y es que las organizaciones atraviesan momentos complicados con el aumento de la inflación. En consecuencia, las empresas y sus líderes, han tenido que aprender a crecer sin dejar de desarrollarse con una reducción de costos importantes.
Pero este ahorro económico no siempre es un proceso sencillo, y es que irremediablemente los gastos en TI están creciendo y cada vez resulta más complicado que las compañías puedan reducir costes. Ya en el pasado año, la consultora Gartner informó que los costes de los dispositivos estaban experimentando una subida de un 20%. Del mismo modo, anunció la previsión del aumento en servicios públicos cloud para este año en un 20,7%.
Las soluciones SaaS suponen una verdadera encrucijada llena de dudas para las organizaciones.
Actualmente las soluciones SaaS se han abierto paso como una excelente opción para las empresas que tratan de agilizar sus operaciones y al mismo tiempo reducir sus costos. Sin embargo, a esto ha surgido ahora un inconveniente importante y a tener en cuenta, el uso real de las SaaS.
Así pues Gartner informó al respecto que aproximadamente el 30% de las licencias SaaS adquiridas por las empresas no son utilizadas, un hecho que conlleva la pérdida importante e innecesaria de recursos económicos. En cifras, las licencias SaaS inutilizadas representan millones de euros al mes que son desperdiciados en tecnología.
Las soluciones SaaS suponen una verdadera encrucijada llena de dudas para las organizaciones. Y es que, aunque éstas le reportan a las empresas importantes ventajas como son la flexibilidad, la escalabilidad y la actualización permanente del software, también suponen la necesidad de enfrentar su gestión y la optimización de las licencias adquiridas.
Son muchas las empresas que tienen problemas para controlar el uso de las licencias SaaS.
Para que un 30% de las soluciones SaaS no sean empleadas como parte de las herramientas empresariales, deben existir problemas reales que dificulten su aplicación. A menudo la falta de utilización de las SaaS acarrea problemas operativos pero también económicos.
Son muchas las empresas que tienen problemas para controlar el uso de las licencias SaaS, y en consecuencia esto puede acarrear gastos en recursos innecesarios. Además una de las razones primordiales para esta falta de empleabilidad es la ausencia de un seguimiento continuo y la supervisión por parte de las compañías.
Resulta habitual que las organizaciones adquieran estas licencias ante las necesidades que presenten, sin embargo si no tienen un seguimiento y una supervisión constante lejos de mejorar la actividad empresarial se convertirán en un problema. Las organizaciones necesitan evaluar si las licencias adquiridas continúan siendo importantes o si pueden suprimirse.
Lo cierto es que al no emplear todas las capacidades y funciones que tienen las soluciones SaaS se está desperdiciando un potencial importante, pero es que además representan un costo continuo para las empresas por lo que su carga económica no deja de crecer.
Ante tal problemática la solución pasa por garantizar el uso correcto de las licencias SaaS y establecer un proceso de gestión efectivo. Para tal fin, se antoja necesario un seguimiento continuo del uso de las licencias, una evaluación de su relevancia real, la cancelación de aquellas que no se utilicen de forma óptima, así como sumar herramientas que den visibilidad y control sobre ellas.
Además de insistir en el control de las licencias SaaS, los departamentos tecnológicos de las empresas optan por otras estrategias para conseguir reducir los gastos. Algunas de estas pasan por la optimización de actualizaciones hardware, la reducción de los cuellos de botella de la red, la reducción del gasto en la nube y el control de gasto en activos de TI