Pese al contexto internacional, las empresas son optimistas con su porvenir. La mayoría, el 60%, esperan que este año acabe en positivo y se incrementen las ventas de sus negocio. Especialmente así lo creen en los sectores de tecnología, farmacia y finanzas.
Así lo confirma el estudio “Sales & Marketing 2023 Insights Survey” elaborado por la consultora BTS. Un tercio de los encuestados apunta que será un año neutral en términos de negocio, y en línea con la facturación alcanzada en 2022, mientras que tan solo un 10% es más negativo en cuanto al balance anual.
Los directivos que han participado en la encuesta pertenecen a industrias de diferentes sectores, como tecnología, restauración y bebidas, farmacéutico, banca y finanzas, salud, industria y agricultura.
“La fuerza de ventas en los diferentes sectores se ha transformado digitalmente con la incorporación de herramientas tecnológicas yaplicaciones capaces de representar situaciones reales de negocio”, asegura Miguel Sequeira, responsable de Marketing y Ventas en el Sur de Europa y Latinoamérica de BTS. “En un mercado cambiante y en continuo movimiento los directivos demandan profesionales de ventas con habilidades digitales y capaces de manejar tecnología en su día a día”.
Aunque el líneas generales el clima es positivo, ciertamente no es igual es cada uno de los sectores analizados. En el caso de tecnología, los directivos se quieren enfocar en la rentabilidad después de alcanzar un modelo de crecimiento.
Asimismo, los responsables del sector afrontan diferentes retos como ayudar a los consumidores a reducir costes, vender datos alternativos, explorar nuevos mercados y buscar nuevas formas de involucrar y atraer clientes.
En el caso del sector de alimentación y bebidas, las empresas afrontan un notable incremento del coste de los bienes vendidos, debido a la inflación global y a los puntos de quiebra en la cadena de suministro. Esta circunstancia va a obligar a los directivos de ventas a apostar por una mayor diferenciación, a un impulso del valor del cliente y a llenar el embudo de ventas.
Los principales objetivos del sector para el presente año van a ser reducir la volatibilidad de los precios y el desperdicio alimentario e identificar nuevas oportunidades de exportación sin explotar.
Por su parte, el sector farmacéutico tiene como prioridad en el presente ejercicio la revisión de las técnicas de los modelos de ventas. Los directivos consideran que con la implementación de la digitalización y la omnicanalidad se han olvidado de las técnicas tradicionales.
No obstante, son conscientes de que la crisis continúa y de que van a necesitar aplicar nuevas estrategias de innovación, para obtener un crecimiento sostenible y rentable, debido a la necesidad de vivir con recursos limitados.
La banca y finanzas apuesta por el crecimiento de su huella IFA, la obtención de mayores ingresos y el reposicionamiento en regiones específicas como una marca independiente.
Además, los directivos apuestan por dejar atrás aquellos problemas heredados y centrarse en la proactividad y cambiar la forma en la que atraen nuevos clientes.
El sector sanitario pretende poner un mayor enfoque en las prioridades estratégicas y el conocimiento de marca, demandando una mayor eficiencia, con más enfoque en negocios rentables y estratégicos.
El gran reto del sector manufacturero va a estar en el aumento de las capacidades de venta, mediante la optimización de precios, la adquisición de nuevos clientes y la ejecución adecuada del plan de ventas. También será clave la internacionalización.
Por último, la agricultura pretende ampliar su cuota de mercado, implementar una agenda estratégica de comerciales y alcanzar los objetivos marcados durante 2023. La mejora de la experiencia cliente también es una prioridad en el presente año.
Pese a las diferencias en los retos de cada industria, todos ellos conservan un denominador común: la tecnología como cauce para lograrlos, donde ya están el 85% de las empresas españolas.
En este sentido, nuevamente los procesos de transformación digital serán fundamentales para conseguir mejorar la capacidad de venta, aumentar la experiencia de cliente o adquirir nuevos clientes, entre otros.
Y en este punto, los partners tecnológicos continúan siendo los grandes aliados. Su cercanía, especialización y conocimientos de las industrias marcan el éxito de estos proyectos que necesitan acompañamiento y mucho asesoramiento.