Las monedas digitales respaldadas por bancos gubernamentales se enfrentan a una serie de desafíos. Sin embargo, más de un centenar de países están involucrados en proyectos, ya sea en la etapa de planificación o en pilotos completos.
El valor global de las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés) crecerá notablemente en los próximos años. Según las estimaciones de Juniper Research, este valor pasará de los 100 millones de dólares actuales a los 213.000 millones de dólares en 2030.
Ese año, el 92% del valor total negociado a través de bancos centrales en todo el mundo se pagará a nivel nacional, ya que los sistemas de pago transfronterizos aún tienen problemas para su adopción.
La moneda digital, respaldada por dinero fiduciario tradicional como el dólar estadounidense o la libra esterlina, puede reforzar la inclusión financiera. Los clientes no tienen que tener una cuenta bancaria para mantenerlos; en su lugar, pueden usar «carteras digitales» cifradas en la nube, un ordenador o portátil, o incluso en un dispositivo de almacenamiento USB.
Las monedas digitales reducirían los costes de impresión y a mejorar la detección de fraudes
Con un sistema de pago CBDC transfronterizo, las empresas podrían realizar pagos transfronterizos por bienes y servicios con liquidaciones mucho más baratas y rápidas. Las monedas digitales respaldadas por bancos centrales también reducirían los costes de impresión y reemplazo de dinero, ayudarían a mejorar la detección de fraudes y permitirían rastrear y recuperar más fácilmente el dinero pagado a estafadores.
Las monedas digitales también eliminan la naturaleza anónima de las transacciones en efectivo de los consumidores.
Adopción de las monedas digitales
Estados Unidos está adoptando muy lentamente estas monedas, especialmente en comparación con otros países como China. Australia, China, Tailandia, Brasil, India, Corea del Sur y Rusia ya tienen programas piloto o comenzarán programas de prueba este año. En 2030, el Banco de Inglaterra y el Tesoro del Reino Unido planean lanzar una libra digital o CBDC ‘Britcoin’.
Es importante qué moneda digital consiga primero una adopción generalizada porque ese gobierno podrá establecer las reglas globales para la mayoría de los demás, según apuntan desde Juniper Research. De esta forma, la previsión es que, quien establezca primero grandes sistemas de pago internacionales, tendrá un estándar de facto que los que lleguen tarde tendrán que adoptar.
En total, 114 países, que representan el 95% del PIB mundial, están investigando la creación de monedas digitales. El 16% de los proyectos se encuentran en fase piloto, el 30% en desarrollo y el 27% aún en fase de investigación, según el Atlantic Council.
Aunque existe un claro retraso en la creación de estas monedas digitales, hay una conciencia para empezar a solucionarlo
Aunque existe un claro retraso en la creación de estas monedas digitales, la buena noticia es que hay una conciencia de ello para empezar a solucionarlo.
Por ejemplo, en marzo de 2022, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió una orden ejecutiva en la que pedía más investigación sobre el desarrollo de una moneda digital nacional a través del Banco de la Reserva Federal. La orden hacía énfasis en la necesidad de una mayor supervisión regulatoria de las criptomonedas, que se han utilizado para actividades como el blanqueo de dinero.
Los legisladores estadounidenses también han presentado proyectos de ley que permitirían al Tesoro de Estados Unidos crear un dólar digital que permitiría a las personas realizar pagos utilizando tokens en teléfonos móviles o mediante tarjetas en lugar de dinero en efectivo.
El necesario marco regularorio
Dado que estas monedas digitales las emiten los bancos centrales, al principio estarán destinadas principalmente a los pagos nacionales. Los pagos transfronterizos llegarán a medida que se establezcan los sistemas y se creen vínculos entre los bancos centrales utilizados por países individuales
Esto también requerirá un marco regulatorio complejo que incluya estándares de privacidad, protección del consumidor y antiblanqueo de dinero. Cualquier nuevo sistema de pago también podría poner en peligro los objetivos de seguridad nacional del país que los utiliza.
La investigación de Juniper también destaca que, actualmente, todavía hay una falta de desarrollo de productos empresariales en torno a estas monedas, con pocas plataformas bien definidas para que los bancos centrales las aprovechen, un factor limitante para el mercado actual.
Para tener éxito, cualquier plataforma de CBDC necesitaría una red financiera completa de extremo a extremo, que incluya capacidades mayoristas, billetera digital y aceptación empresarial, según Juniper Research.
Sin embargo, para Gartner, uno de los desafíos para los bancos centrales estará en descubrir cómo habilitar una CBDC que añada valor por encima de los sistemas de pago existentes.
Imagen inicial | Allison Saeng