La especialización en ciberseguridad y otros nichos de alta rentabilidad le sienta bien a los resultados de Exclusive Networks. El mayorista ha presentado sus datos anuales donde superó sus propias expectativas y alcanzó los 4.500 millones de euros en 2022, un 38% más en el año anterior y con un 28% del negocio operando en cloud.
EMEA reclutó el 78% del negocio del mayorista. Concretamente, las ventas brutas durante 2022 alcanzaron en esta región los 3.539 millones de euros, con un aumento interanual del 40%. Un crecimiento que se dio en todos los países donde opera.
El aumento de margen neto se elevó hasta los 411 millones de euros, un 29% más que el año anterior.
Respecto a este balance fiscal, Jesper Trolle, Chief Executive Officer, ha comentado:
“Hemos obtenido unos resultados récord en el ejercicio 2002, con un fuerte crecimiento de los ingresos, los márgenes de beneficio y la tesorería. Nuestro avance siguió creciendo a lo largo del año, con tres trimestres consecutivos de ventas brutas superiores a 1.000 millones de euros. Esto demuestra aún más nuestra capacidad para lograr un crecimiento sostenible a través de un enfoque especializado, un modelo de negocio único y equipos con talento en todo el mundo».
Exclusive Networks asegura que los resultados se deben principalmente a un fuerte aumento del tamaño medio de las operaciones, pero a la vez al estricto control con las nuevas contrataciones.
Un balance que hizo posible este crecimiento por encima del mercado de ciberseguridad y de los crecimientos medios del canal mayorista. Unos resultados que le han ayudado a la organización a tener un mejor ratio de rentabilidad y una fuerte generación de caja.
Las previsiones apuntan a que este 2023 prosiga la buena senda del negocio. Su objetivo es alcanzar los más de 80.000 millones de dólares, gracias a los soplos favorables del mercado:
«La ciberseguridad sigue siendo uno de los mayores retos a los que se enfrentan los directores de sistemas de información. Los ciberataques se están acelerando en frecuencia e intensidad, y se estima que en 2031 se producirá un ataque de ransomware cada dos segundos. Las tensiones geopolíticas siguen amenazando a los estados nación y a las infraestructuras críticas nacionales, impulsando una nueva legislación y cumplimiento cibernéticos. Los rápidos proyectos de transformación digital, las nuevas prácticas de trabajo híbridas y la migración a arquitecturas basadas en la nube han creado paisajes de amenazas crecientes y mayores vulnerabilidades. Si a esto le sumamos la creciente escasez de cibercapacidades y talento, está claro que la inversión en ciberseguridad seguirá siendo sólida en 2023», añadía el portavoz.