Construir una red segura en los colegios, centros de formación profesional o espacios de aprendizaje es indispensable. No solo por la tipología de usuarios, sino también porque son entornos que bien usados, pueden ser muy enriquecedores para el presente y futuro de la sociedad.
Los centros educativos son lugares, en muchos casos, repletos de menores que están dando sus primeros pasos en la digitalización. En otros casos, sus conocimientos ya han ido avanzando, pero no tienen la suficiente destreza para ver los peligros que puede entrañar Internet. Y es ahí donde es necesario ayudar como partner tecnológico.
Y es que está más que demostrado que la digitalización en la educación conlleva enormes beneficios. Desde el aprendizaje temprano de habilidades digitales hasta el fomento de los conocimientos STEM en grupos minoritarios que son fundamentales para crear una sociedad más innovadora, igualitaria y avanzada.
Sin embargo, esta digitalización también trae consigo enormes responsabilidades. Una de ellas es la de mantener protegidos equipos, sistemas y aplicaciones que se usan. Sin olvidar, por supuesto, la red segura que debe sostener toda la infraestructura.
Según los últimos datos del INE, ya el 97% de los centros no universitarios en España cuenta con Internet, en gran medida, concebida como un servicio público desplegado a través de una red inalámbrica o WiFi. Una red que necesita estar bien administrada y ser segura para que se puedan llevar a cabo todos los proyectos sin contratiempos.
Para conseguir, los centros educativos deben confiar no solo en un proveedor de Internet, sino también en un partner que les permita controlar y gestionar su red ante posibles amenazas o incidencias. Y estas son algunas de las herramientas más básicas.
Separar las redes del alumnado y/o aulas de las redes del profesorado o administración es indispensable tanto por seguridad como por rendimiento de las mismas.
Con todas las redes conectadas a una misma red LAN (switches) será necesario segmentar esta red segura mediante VLANs. Para obtener el mejor rendimiento echaremos mano a conceptos como Spanning-Tree, apilado físico, routing estático, access control list.
Con ello podemos conseguir una red diseñada para diferentes escenarios donde los requerimientos serán diferentes como puede ser un escuela infantil, una universidad o centro de formación.
Tras el despliegue de la Red es el momento de ver qué puntos de acceso WiFI o switches tendrá y como se pueden proteger mediante software. Es muy habitual que esta administración de todo el entramado de la red caiga en mano del proveedor del servicios.
El partner, por tanto, se encargará de la gestión de la red segura avisando ante posibles alertas o realizando las actualizaciones necesarias para que todo funcione correctamente.
En conseguir una red segura en los colegios también es indispensable saber quién podrá usar qué privilegios. Para ello, podemos crear privilegios de acceso para determinados grupos de usuarios. Así, el alumnado no tendrá acceso a webs o apps inapropiadas, o no tendrá permisos de administración. Estos podrían quedar relegados al equipo técnico o docente, en caso de necesidad.
Sin embargo, siempre contarán con el respaldo del proveedor del servicio que será el gestor último de la red.
Por último, pero no menos importante el tema de la capacitación. Muchos de los cibercrímenes vienen dados por la involuntaria acción humana. Si bien no todo es evitable, lo cierto es que la formación juega un papel esencial para minimizar las posibles entradas en un centro escolar.
Es por ello que tanto alumnado como profesorado y equipo no docente debe estar familiarizado con determinados conceptos de red segura y debe conocer cuáles son las acciones a llevar en caso de posible brecha. Con ello, haremos que las soluciones tecnológicas multipliquen su eficacia al máximo nivel.