Un estudio realizado por Deloitte puso de relieve el descontento general de los empleados con la entrevista de evaluación anual, tanto por parte del evaluado como del evaluador. Considerado ineficaz y lento, este proceso sigue siendo necesario para que las empresas puedan gestionar el desempeño del equipo y la evolución de los empleados.
En Lucca, analizamos las prácticas de 260 empresas en este ámbito e identificamos los puntos principales de fricción que explican el desencanto con las entrevistas de evaluación anuales:
La evaluación del desempeño, la revisión de objetivos, los planes de formación… Son temas que, generalmente, se tratan de manera confusa durante las entrevistas de evaluación.
Las empresas lo confirman: el 71% asegura que abordan, al menos, tres temas principales durante sus campañas, incluyendo la revisión de los objetivos de equipo (29%) o la evaluación del desempeño de los empleados para establecer los aumentos salariales (21%). Pocas, sin embargo, abordan el tema crucial del desarrollo de los colaboradores (4,8%).
Esto hace que las entrevistas sean demasiado largas, indigestas para el evaluado, difíciles de manejar por el mánager e imposibles de analizar por los responsables de recursos humanos.
Uno de cada cuatro empleados admite no entender el proceso de entrevistas anuales de su empresa, y uno de cada seis lo desconoce.
En cuanto a la preparación, el 18,4% de los encuestados dicen no recibir nunca el formulario de evaluación antes de la entrevista y el 18,4% solo una semana antes, lo que provoca que no tengan tiempo suficiente para familiarizarse con los criterios de evaluación ni para preparar su entrevista adecuadamente..
La mayoría de los directores de Recursos Humanos admiten que nunca reciben completados el 100% de los formularios de evaluación (55%), y pasan entre 4 y 12 semanas gestionando las evaluaciones. Además de tener que correr detrás de aquellos que van con retraso, la dificultad de las evaluaciones puede residir en el propio contenido de los formularios. Las preguntas que se alejan de la realidad del puesto del empleado o aquellas muy generales contribuyen a la desvinculación de los empleados.
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