En tiempos de incertidumbre la inversión TI es clave, especialmente en la nube. Esta es una de las conclusiones a la que llegan las empresas y que está impulsando el gasto en tecnología en los últimos trimestres.
«El gasto TI sigue estando a prueba de recesión». Con estas palabras, John-David Lovelock, vicepresidente y analista de Gartner, confirmaba el buen momento por el que atraviesa la inversión TI pese a que la oleada de despidos en el sector tecnológico, más de 200.000 en el último año, y subiendo, pueda dar a entender lo contrario.
Pese a la opinión de Lovelock, Gartner revisó recientemente a la baja su pronóstico para 2022 pasando de un crecimiento del gasto en TI del 5,1% a solo el 2,4 %. No obstante, los peores augurios parece que se han centrado más en el segmento de dispositivos personales, ya que la inversión en software y en la nube se mantiene estable en un 5,4%.
La nube es un multiplicador de fuerza para la innovación empresarial
Para la consultora, la nube es un multiplicador de fuerza para la innovación empresarial. Recortar esa inversión, especialmente en tiempos de incertidumbre económica, no es la opción que manejan la mayoría de las organizaciones.
En una coyuntura macroeconómica como la actual, en la que la inflación ha cobrado una especial relevancia, la nube es la propuesta idónea para hacer frente a esta situación y seguir avanzando en los negocios. La flexibilidad que permite la infraestructura cloud, así como sus precios, hacen que cada vez gane más adeptos.
Pero hay más razones que explican esta apuesta por la nube. Durante muchos años, las empresas han querido huir del software empresarial propietario, especialmente por los costes que conllevaba y la fuerte dependencia que generaba.
En la nube se pueden reducir los recursos y el coste fijo de comprar el hardware, subyacente en el proveedor de la nube, no en el cliente. Es la forma ideal de evitar los costes no asociados con el funcionamiento del negocio.
Gartner prevé que la inversión en cloud computing y almacenamiento en la nube aumente un 30% en 2023
Sin embargo, hoy en día las empresas siguen buscando ventajas en la nube. Por eso no debe sorprender que las previsiones apunten que el gasto en infraestructura como servicio (IaaS) en áreas como cloud computing y almacenamiento en la nube aumente un 30% en 2023, según Gartner.
Una parte significativa de ese efectivo allanará el camino para que las empresas gasten más en proyectos de aprendizaje automático (‘machine learning’). Aunque es probable que las empresas sigan intentando utilizar el hardware existente para potenciar los experimentos de aprendizaje automático, la naturaleza de la experimentación es algo perpendicular al hardware y software locales.
Como señala el directivo de AWS, Matt Wood, se necesita más flexibilidad para impulsar una experimentación tan innovadora.
Combinar esa confianza con una visión de futuro en la nube y la nueva realidad de cómo se invierte el dinero en TI es clave. Si una empresa ha creado sus aplicaciones orientadas al cliente en la nube, ¿cómo reduce los gastos sin perjudicar esa aplicación del cliente?
Seguramente, en tiempos de recesión económica, muchos proyectos acaben posponiéndose, pero los obstáculos macroeconómicos no deben entorpecer el camino ya andado.
Cuando una óptima experiencia de cliente depende de mantener en perfecto funcionamiento una aplicación o servicio, no hay una buena manera de apagarla sin dañar a los clientes.
Con todo ello, y como prevé Gartner, las organizaciones deben seguir teniendo un gasto saludable en la nube, especialmente ante una coyuntura económica delicada como la actual.
Imagen inicial | Lee Ferrell