La oportunidad más importante del metaverso no es crear un nuevo mundo virtual, es integrar los mundos físico y digital mejorando y transformando nuestras actividades, trabajos y espacios cotidianos. Esto requerirá una serie de retos que se deberán abordar lo antes posible.
Las innovaciones alrededor del metaverso son muchas y será necesario abordarlas de manera correcta para crear ese nuevo mundo virtual.
Hoy en día ya vemos que cómo la información digital pasa de pantallas 2D a espacios 3D, mucho más intuitivos, y que marcan la diferencia entre ver un plano y entrar en un edificio. El resultado será un puente bidireccional de información con conciencia espacial, mejorando cómo y dónde trabajamos, al tiempo que permite que nuestras aplicaciones entiendan el mundo físico.
Sin embargo, esta visión requiere tecnologías muy sofisticadas, no solo chips potentes, sino ópticas avanzadas, auriculares, sensores, software con reconocimiento espacial y computación basada en la nube diseñada para representar datos en 3D. Para ofrecer la innovación necesaria, necesitamos principios e infraestructura compartidos en un ecosistema sólido.
Mientras consideramos el camino a seguir, tres áreas de acción pueden acelerar la innovación y maximizar el valor para los usuarios, las empresas y la sociedad en general:
Las plataformas para el metaverso suelen utilizar la realidad aumentada (RA) o la realidad virtual (RV). La realidad virtual ha cobrado vida durante la última década a través de los juegos, los deportes electrónicos y el entretenimiento, con avatares y entornos totalmente virtuales. Por otro lado, RA se adapta mejor al trabajo en el mundo real.
La realidad aumentada ofrece un mayor valor a las actividades existentes y acelera el camino hacia el ROI
Si bien hay espacio para ambos en el creciente mercado del metaverso, la realidad aumentada tiene un mayor potencial. Y es que puede interactuar con los objetos, las herramientas, los entornos y las personas, lo que facilita la adopción, ofrece mayor valor a las actividades existentes y acelera el camino hacia el ROI. Además, este paradigma es más natural e intuitivo, ya que la evolución humana nos ha equipado para interactuar de esta manera.
A medida que surgen estas tecnologías y aplicaciones, los actores de la industria deben elegir el mejor modelo para llevarlas al mercado: un ecosistema abierto o un jardín amurallado.
Aquí, Internet muestra el poder de un ecosistema abierto e interoperable. Los estándares abiertos permiten a los desarrolladores, fabricantes de hardware, los gestores de dispositivos móviles, y otros partners a trabajar en conjunto, acelerando la adopción e impulsando la innovación.
Este modelo también puede servir para la confidencialidad y la privacidad de los datos. Si bien un jardín amurallado puede adaptarse a ciertos casos de uso, servirán mejor como «islas» dentro del ecosistema más amplio.
Las empresas están preparadas para ser pioneras en estos avances. La realidad aumentada es idónea para el trabajo esencial y de alto valor en escenarios del mundo real. Estos despliegues justifican la inversión necesaria y desbloquean el mayor valor, no solo para las empresas y los profesionales, sino también para la sociedad a través del empleo y el crecimiento inclusivo.
Hoy en día, ya estamos viendo aplicaciones de realidad aumentada avanzadas, desde cirujanos que planifican procedimientos complejos, hasta técnicos de fabricación que utilizan asistencia remota de expertos, o la capacitación de socorristas para escenarios de crisis.
Es necesario un consenso en la privacidad y seguridad de los datos, políticas de gobierno responsable y licencias
Estos son algunos de los casos de uso iniciales que más claramente se benefician de la integración de lo digital y lo físico, pero hay muchos más. Las empresas están liderando el camino porque entienden la productividad, la ventaja competitiva y el valor que conllevará para sus clientes.
Tener claras estas tres acciones es fundamental para avanzar en el camino hacia el metaverso. Pero aún es necesario llegar a un consenso en áreas como la privacidad y seguridad de los datos, políticas de gobierno responsable y acuerdos de licencias, así como un enfoque basado en estándares para un ecosistema abierto e interoperable.
También debemos asegurarnos de que los mercados y los modelos de negocio estén configurados para alinearse con estos principios. El metaverso ofrece inmensas oportunidades, pero es necesario consensuar para decidir cómo puede servir mejor a la sociedad.
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