España se está coronando como un epicentro clave para el centro de datos en Europa. Son muchas las grandes empresas tecnológicas que este año han inaugurado su Región en nuestro territorio y muchas otras las que lo ven con interés. Un negocio también clave para el canal de distribución que tendrá que revisar que parámetros se puede ir mejorando.
Y es que el sector del centro de datos ha observado un crecimiento muy notable que continuará en los próximos años. De hecho, SpainDC estima que durante los próximos cinco años España podrá atraer inversiones en infraestructuras físicas de unos cinco mil millones de euros.
Pero para vivir este crecimiento es necesario afrontar diversos retos. Desafíos que garanticen el buen crecimiento y desarrollo del negocio. Dentro de estos, os dejamos los planteados por fdata para el próximo año.
El cuidado del medioambiente es la principal preocupación de empresas de cualquier sector. Esto se hace especialmente importante en la industria tecnológica, que se estima que es la responsable del 6% de las emisiones de CO2.
Por esta razón, el centro de datos está dirigiendo sus esfuerzos hacia la conversión a un data center sostenible. En ese sentido, la eficiencia energética es una de las cuestiones más importantes a solucionar.
Para ello, además de estudiar la ubicación de las instalaciones para favorecer el ahorro energético –ya que situar los CPD en lugares con climas más suaves, favorecen su refrigeración consiguiendo un ahorro térmico de cerca del 50%–, es importante conocer las alternativas existentes en cuanto a procesadores y refrigeración de la infraestructura.
En ese sentido, la refrigeración líquida ganará todavía más adeptos el próximo año. Esta alternativa cuenta con una capacidad de enfriamiento mil veces mayor que la del aire y requiere diez veces menos energía para remover el calor. De hecho, la instauración de este método de refrigeración podría suponer un ahorro de más de 205.000kWh por un rack de ocho servidores con respecto a el enfriamiento por aire. Con respecto a los procesadores, apostar por procesadores de bajo consumo, reduce el gasto energético en un 10%.
A pesar de existir un mayor grado de exigencia, asegurar la disponibilidad del centro de datos es clave para garantizar su funcionamiento y, por lo tanto, su viabilidad económica.
La tendencia en este sentido es dirigirse hacia centros de datos que aseguren una disponibilidad lo más cercana posible al 100%, los conocidos como Tier IV, que garantizan un 99.995%. Estos DC cuentan con varios sistemas independientes y de mantenimiento concurrente, lo que favorece que no se vea afectado ante un imprevisto o un mantenimiento planificado y sufra una interrupción en el servicio. Se trata de la certificación más robusta que puede recibir un data center y para 2023 se estima que estas certificaciones aumenten debido a la transformación de muchos centros de datos ya existentes y la construcción de otros nuevos.
El rápido crecimiento de esta industria hace necesaria la contratación de más personal para garantizar un servicio óptimo. Sin embargo, es cierto que durante los últimos años existe cierta complejidad a la hora de atraer talento y retenerlo. Esto lleva a una escasez de profesionales en el sector, lo que hace que muchas empresas no logren cumplir los cupos de demanda.
Por eso, el 2023 se presenta como una oportunidad por parte de empresas e instituciones educativas para poner en valor la importancia de la formación en la industria de los centros de datos, incorporando más conocimientos relacionados específicamente con esta temática.
El ahorro energético, así como el uso de fuentes de energía alternativas son dos de los principales retos del sector para el próximo año. Y es que, la industria de los centros de datos es una de las que más energía consume: en torno a 205 teravatios hora, que equivalen al 1% de toda la energía consumida a nivel global, con previsión de llegar a cerca del 8% de la demanda total de electricidad proyectada.
Así, además de adoptar medidas para mejorar la eficiencia energética –como la refrigeración líquida, cuidar la ubicación del centro de datos y el uso de procesadores de bajo consumo–, es importante optar por el uso de energías renovables. En ese sentido, cabe destacar que la utilización de energías renovables puede conseguir unas emisiones de dióxido de carbono casi nulas, lo que favorece la sostenibilidad del centro de datos.