El avance de la tecnología sigue evolucionando para dar respuesta a las nuevas necesidades que siguen surgiendo en la nueva era de los datos. El auge de la hiperconectividad impulsará la proliferación de datos que cobrarán una especial relevancia en los nuevos entornos cloud y Edge.
Los datos se han convertido en una pieza fundamental en todas las estrategias de negocio. Es por ello que la tecnología que adoptan las organizaciones buscan sacar el máximo provecho del dato y optimizar el rendimiento para alcanzar los objetivos deseados.
Para el vicepresidente y codirector de operaciones de Dell Technologies, Jeff Clarke, la tecnología avanzará buscando satisfacer estas nuevas expectativas basándose en los datos. En consecuencia, los CIO deberán tener muy en cuenta cuatro tendencias que marcarán el desarrollo de sus negocios.
El futuro del trabajo está evolucionando y, a medida que se impone un mundo híbrido, la tecnología definirá cada vez más la experiencia del empleado. Esta es una oportunidad perfecta para diseñar lo que funciona mejor para cada trabajador, su empresa y su cultura.
Si al principio de la pandemia se priorizó el trabajo “desde cualquier lugar», en la siguiente fase se trata de mejorar la calidad del trabajo. Necesitamos las herramientas, dispositivos y espacios de trabajo adecuados que faciliten la colaboración para que el trabajo funcione.
En 2022 hemos empezado a ver un cambio en la industria hacia verdaderas arquitecturas «multicloud». Estas arquitecturas utilizan los servicios de cualquier nube que se adopte, pero también convertirán las capacidades importantes en «horizontales» en todo el entorno multicloud.
Un buen ejemplo es el almacenamiento y los datos como un servicio común al que pueden acceder todas las nubes. Incluso el enfoque en la seguridad Zero Trust debe consistir en asegurarse de que la arquitectura de seguridad de la multicloud sea un servicio horizontal común, no una colección de silos.
La transformación digital de cada empresa debería beneficiarse de una mayor apertura e innovación más rápida en los sistemas de comunicaciones
Otro aspecto interesante es la transformación digital de las redes de telecomunicaciones. Se prevé una adopción aún más amplia de la virtualización, las arquitecturas definidas por software, los sistemas abiertos y las interfaces abiertas con la adopción temprana de conceptos como Open RAN.
De esta forma, la transformación digital de cada empresa debería beneficiarse de una mayor apertura y una innovación más rápida en los sistemas de comunicaciones. Con ello se espera que, en 2023, la innovación se centre en hacer que todo el ecosistema tecnológico funcione como una plataforma para la transformación digital.
Y hay una buena razón: ninguna solución, plataforma o proveedor único cumplirá todas las expectativas de la tecnología. Eso significa que las “murallas» de los ecosistemas «cerrados» se derrumbarán.
Hemos estado hablando de Inteligencia Artificial (IA) durante años, y ahora, las empresas están haciendo cada vez más uso de estas tecnologías en sus negocios. En 2023 se acelerará la utilización de la IA y el aprendizaje automático y comenzaremos a ver impactos más reales de su uso.
Esto significa que también necesitaremos más infraestructura optimizada para estas cargas de trabajo altamente exigentes. Los servidores avanzados y el almacenamiento para impulsar la IA ya cumplen esta función, pero en 2023 habrá una gama aún más amplia de chips de aceleración en el mercado y esto conllevará un aumento en el rendimiento y la eficiencia.
La transformación digital de la economía global está aumentando significativamente el número de posibles superficies de ataque. Muchas empresas en todo el mundo están transformando sus estrategias de seguridad y están buscando arquitecturas Zero Trust (confianza cero) para proteger mejor sus entornos.
El verdadero desafío consiste en que el diseño y la integración de Zero Trust son demasiado complejos para la mayoría de clientes
Los tres principios fundamentales de Zero Trust se basan en una autenticación continua universal de todo, un comportamiento firme y autoritario impulsado por políticas, y una gestión de amenazas muy integrada.
El verdadero desafío consiste en que el estado actual de la industria y la tecnología hace que el diseño y la integración de Zero Trust sean demasiado complejos para la mayoría de los clientes. Por eso es necesario aliviar esa carga y simplificar el proceso.
Esto incluye evaluar el estado actual de una organización y ofrecer información procesable para madurar sus programas de ciberseguridad y alinearse con Zero Trust. A través del desarrollo continuo de hojas de ruta, mejores prácticas y estandarización, podemos hacer que la adopción sea mucho más rápida y fácil.
En última instancia, Zero Trust se convertirá en la base para un nuevo nivel de seguridad y confianza de datos en un mundo multicloud altamente distribuido donde todo está conectado.
Imagen inicial | Luca Bravo