Un ecosistema es un conjunto de elementos relacionados entre sí que pertenen a un mismo ámbito. Un entorno donde conviven seres o, en este caso, partners TI de diferentes índole que gracias a su experiencia diversa puede generar más innovación, ser más resilientes y retener el talento. Y esa es y será una de las claves a potenciar por el canal TI durante el próximo año.
El ecosistema que se apoya apoya mayoritariamente en tecnologías de tercera plataforma como el cloud, IA, realidad virtual o el metaverso que es el que está experimentando un mayor crecimiento, prácticamente a doble dígito, desde la pandemia, según datos de IDC. De hecho, entornos como el cloud y el ecosistema creado a su alrededor incrementaron su facturación durante la primera mitad de 2022 un 25%, según datos de Synergy Research hasta alcanzar los 235.000 millones de dólares.
El auge del ecosistema como parte estratégica de negocio no es casual. Son muchas las organizaciones que están viendo que la combinación de diferentes especialidades les ayuda a mejorar su aproximación al mercado e incluso, alcanzar nuevos segmentos que de otra manera no alcanzarían.
Ignacio Cobisa, consulting manager de IDC España comentaba al respecto:
“Las cadenas de valor tradicionales ahora son circuitos iterativos abiertos entre un conjunto variado de socios de dentro y fuera de estas organizaciones, incluso dentro y fuera de su sector. Es necesario por tanto trabajar más de cerca con los socios del ecosistema de la industria para impulsar la innovación; aumentar las habilidades, la capacidad y el conocimiento, consiguiendo de este modo organizaciones más resilientes”.
La consultora del portavoz, además, confirma que el 5% de la nueva cartera de aplicaciones de organizaciones consistirá en aplicaciones desarrolladas por consorcios dentro de su ecosistema sectorial en 2026. Como resultado, una tercera parte de los ingresos procederán de operaciones, aplicaciones y datos compartidos del ecosistema sectorial con socios y redes comerciales.
Y este impulso no solo se vive en el sector tecnológico sino que es inherente a las empresas de cualquier índole. Sin embargo, el ámbito TI no es una forma más de llegar al mercado, sino más bien una obligación para la supervivencia, y especialmente, para el crecimiento de los negocios. Así pues, construir su propio ecosistema debe ser un objetivo para cualquier agente del canal TI.
Adaptarse a los nuevos tiempos
Hace tiempo que los fabricantes, mayoristas y el propio canal TI dejó de definir a los partners como revendedores o simples distribuidores para pasar a definirlos como partners dentro de un ecosistema en construcción. Algunos ya son plenamente consciente de esta tendencia, pero a otros todavía les queda camino por recorrer.
Y es que los cambios que se están viviendo en el sector tecnológico requieren más instrumentos externos para ser competitivos. Esto pasa por mejorar las relaciones con socios estratégicos y mejorar el portfolio de servicios sin perder el foco en la especialización.
No vale construir un ecosistema de canal TI con cualquiera
Pero claramente no vale construir un ecosistema de canal TI con cualquiera que pase por delante. Son muchos los parámetros que hay que tener en cuenta para escoger al aliado perfecto con el que mejorar el posicionamiento o la aproximación a determinado vertical, por ejemplo.
Lo primero en lo que fijarse es casi una evidencia: la capacidad tecnológica, la aproximación tecnológica, la especialización y por supuesto, el abánico de clientes. Bajo estas premisas y teniendo en cuenta los objetivos estratégicos veremos si nos conviene una asociación u otra.
Aunque cada partner TI debe evaluar los criterios más significativos para colaborar o construir su ecosistema, es necesario mirar más allá de la propia tecnología o innovación. Conceptos como la sostenibilidad, la responsabilidad social o la inclusión debe ser también primordial para elegir al complemento idóneo del negocio.