El 72% de los directivos españoles, y un 58% a nivel mundial, reconoce que existe una “hipocresía verde” y que sus compañías “exageran al hablar de los esfuerzos que hacen” en sostenibilidad. Atendiendo a estas conclusiones del informe de The Harris Poll para Google Cloud, ¿estamos ante una verdadera apuesta de las organizaciones por la mejora del medioambiente o es solo una estrategia de cara a la galería?
Hoy en día prácticamente todas las empresas tienen en cuenta en su estrategia empresarial una serie de objetivos de sostenibilidad medioambiental. Sin embargo, pese al foco que muchas organizaciones argumentan estar poniendo en este tema, lo cierto es que cada vez más estudios lo cuestionan.
El citado estudio de The Harris Poll señala que, si bien para el 86% de los ejecutivos la sostenibilidad es un objetivo prioritario en sus organizaciones, también reconocen que podrían ser más honestos respecto a los retos a los que deben hacer frente para ser más sostenibles.
Bien es cierto que, como apunta el 92% de los directivos españoles en este estudio, existe una mayor concienciación y preocupación por la sostenibilidad que hace un año. No obstante, un porcentaje similar querría que el consejo de administración de sus compañías les diera más prioridad a las cuestiones medioambientales. ¿Se está haciendo todo lo posible y lo prometido?
Falta de transparencia
Aunque las empresas españolas son las que más confían en cumplir con sus objetivos de cero emisiones netas (Net Zero) y están avanzando, tanto en inversiones como en el cumplimiento de plazos, no todas contemplan hacer públicos sus resultados.
Incluso las compañías que se identifican como grandes emisores de Net Zero, casi un 25%, no hace públicos sus avances, más allá de lo obligatorio.
El 25% de las compañías no hace públicos sus avances en sostenibilidad, más allá de lo obligatorio
Esta falta de información se está convirtiendo en un importante obstáculo a la hora de conocer si las compañías están haciendo lo que realmente proclaman. Según el informe de South Pole, “Cero Emisiones Netas (Net Zero) y más allá: un análisis profundo sobre los líderes climáticos y qué los impulsa”, casi todas las empresas, de las 1.200 encuestadas, tienen objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, o tienen previsto hacerlo el próximo año.
La demanda de los consumidores de bienes y servicios con bajas emisiones de carbono es el principal impulsor que está llevando a las empresas a establecer estos objetivos de reducción de emisiones. En el caso de España, una de cada cuatro empresas se ha marcado objetivos de reducción de emisiones basados en la ciencia, pero no tiene previsto hacerlos públicos.
Desde South Pole apuntan que, si una cuarta parte de las empresas no da detalles sobre los avances en estos objetivos, ¿podría estar extendiéndose el llamado “silencio verde”?
¿Por qué esta falta de transparencia? ¿Se han marcado unos objetivos demasiado ambiciosos que quizá no pueden cumplir? ¿O se trata solo de subirse al carro de proclamar lo que esperan contribuir en pos de la sostenibilidad a sabiendas de que no lo cumplirán?
Un impulso inversor
Son cada vez más las voces que señalan la brecha existente entre lo que las empresas proclaman y lo que realmente hacen. No obstante, las empresas españolas son, según el citado informe, de las más confiadas en lo que al cumplimiento de sus objetivos de cero emisiones netas a nivel mundial se refiere.
De hecho, algunas apuntan que es un objetivo “menos difícil de lo esperado”, según casi un tercio de las empresas en comparación con el 17% global. Asimismo, el 73% de las empresas encuestadas planea cumplir su objetivo de cero emisiones netas en 2030 o antes, en comparación con el 64% global.
El 51% de las empresas españolas está acometiendo iniciativas para reducir el consumo energético o dar el paso a energías renovables
Para ello seguirán destinando importantes esfuerzos. De hecho, el 53% de las empresas españolas encuestadas señala que su organización está implementando políticas de oficina sostenible, mientras que el 51% está acometiendo iniciativas para reducir el consumo energético o dar el paso a energías renovables.
Y los planes no quedan ahí, casi la mitad de las organizaciones apunta estar abordando con mentalidad sostenible el diseño de productos y servicios. Además, cada vez son más las compañías que cuentan con un programa de reciclaje y estar realizando importantes esfuerzos para compensar su huella de carbono. Sin embargo, estas cifras no llegan al 50% de las empresas.
Pero también algunas reconocen que no van a alcanzar su objetivo de cero emisiones y, probablemente, tratarán primero de mejorar las habilidades de sus equipos de sostenibilidad, según lo plantea el 77% de las empresas encuestadas.
La necesaria apuesta por la sostenibilidad
Es cierto que estas cifras ponen de manifiesto que las empresas destinan hoy más esfuerzos a la sostenibilidad que hace unos años. Alrededor del 75% de las empresas ha aumentado sus presupuestos destinados a Net Zero desde diciembre de 2021, algo que se suma al aumento de la capacidad interna con la que cuentan tanto en el número de profesionales como en la actualización de los equipos dedicados a sostenibilidad en lugar de recurrir a consultores externos.
Sin embargo, la quinta parte de las compañías españolas que reconocen no estar yendo por buen camino para conseguir sus objetivos de sostenibilidad señalan que tienen previsto aumentar sus esfuerzos “significativamente” este año.
Solo el 36% de las organizaciones cuenta con métricas para cuantificar sus esfuerzos en sostenibilidad
Pero está claro que no es suficiente. Aunque solo un 36% de las organizaciones encuestadas reconoce que cuenta con métricas para cuantificar sus esfuerzos de sostenibilidad, y un 17% hace uso de esos resultados para optimizar su desempeño, lo cierto es que el factor comunicación desempeña un papel clave.
El hecho de no hacer públicos los resultados de las iniciativas sostenibles que las empresas anuncian a bombo y platillo es un síntoma de que los objetivos no se están cumpliendo. En algunos casos por no abordarlo de manera adecuada, en otros, porque cada vez más organizaciones practican el greenwashing, ese término con el que se designa a las que se autoimponen una falsa imagen ‘verde’, de compromiso con el medioambiente y eslóganes con los que luego no tienen ni intención de cumplir.
Ejemplos como el de Apple, que comparte sus avances en el creciente uso de materiales para la fabricación de sus productos, que el pasado año llegó hasta un 20%, están contribuyendo a que más compañías sigan su camino.
La velocidad a la que se están sobrepasando los límites en lo que a emisiones se refiere hace más necesario que nunca tomar conciencia de la importancia de avanzar en materia de sostenibilidad.
Aquellas que lo están haciendo deben mostrar los logros conseguidos ya que, de esta forma, conseguirán inspirar a sus homólogas para que también impulsen sus estrategias en materia sostenible. Se trata de algo imposible si el progreso se produce en silencio, por lo que se erige como fundamental mostrar abiertamente sobre lo que hay detrás de sus objetivos Net Zero.
Imagen inicial | Alena Koval