El ROI en la nube, una cuestión de tiempo

Muchas organizaciones ya están recogiendo los frutos de su apuesta por la transformación digital y están satisfechas con su adopción de la nube. Y es que, a pesar de que el retorno de la inversión (ROI) se percibe más tarde de lo esperado, los beneficios son claros.

La mayoría de las empresas son conscientes de los beneficios que le aporta la migración a la nube, incluso aunque no hayan tenido un gran impacto en los balances económicos de sus negocios.

Así se desprende de un reciente estudio de KPMG, según el cual, cuatro de cada cinco encuestados considera que la adopción de la nube ha sido un éxito. Además, dos terceras partes de los más de mil responsables de tecnología de negocio encuestados señala que han avanzado en su estrategia de negocio a través de la nube.

Dos terceras partes de los responsables de tecnología no han visto un ROI sustancial

Las aportaciones de la nube a las organizaciones son claras y cada vez son más las empresas que perciben sus beneficios. No obstante, dos terceras partes de los responsables encuestados en este estudio apuntan que aún no han visto un ROI sustancial. ¿Se trata de una cuestión de tiempo o de una estrategia mal planteada?

Obstáculos en el salto a la nube

Como en toda adopción tecnológica, siempre hay matices. La nube no es una excepción y sus beneficios no son, en la mayoría de los casos, algo inmediato.

Como apuntan desde KPMG, el ROI en los proyectos de adopción de la nube es un objetivo a largo plazo, secundario a las ganancias inmediatas en velocidad y agilidad.

La mayoría de las empresas, casi 9 de cada 10, han alcanzado una etapa avanzada de adopción de la nube y un tercio ha superado los objetivos y obtenido un ROI sustancial.

Sin embargo, el 42% manifiesta que están atrasados en lo que a las implementaciones de la nube se refiere.

El coste inicial de migrar tecnologías heredadas representa parte del retraso en un ROI con la rapidez deseada

El coste inicial de migrar tecnologías heredadas representa, según el estudio, gran parte del retraso en la implementación y en que se experimente un retorno de la inversión con la rapidez deseada. En estos casos, el proceso es más complicado de lo que muchas empresas esperan inicialmente ya que algunas de sus aplicaciones de carga de trabajo son mucho más complejas de lo que esperan.

Otro cuello de botella es la continua escasez de profesionales con los que abordar la apuesta por la nube. Son muchas las organizaciones que apuntan a la falta de talento tecnológico como el principal impedimento para la modernización, según el 44% de los encuestados por KPMG.

Además, 3 de cada 10 responsables señalan que las brechas de habilidades internas están ralentizando la adopción de nuevas tecnologías.

Para solventar esta problemática, muchas empresas apuestan por la subcontratación de proveedores de servicios gestionados.

El coste de la mejora de las habilidades de la fuerza laboral debe compensarse, en cierta medida con los beneficios obtenidos gracias a la optimización conseguida a medida que las empresas superan la migración y la implementación iniciales.

De acuerdo con el estudio, lo idóneo es que la línea de costes empiece a disminuir a medida que se van obteniendo beneficios y disminuye el gasto en la migración y la modernización de los sistemas y aplicaciones.

De cara al próximo año se espera que la inversión en la nube disminuya ligeramente, algo en lo que tendrá mucho que ver las dificultades del contexto económico. No obstante, se espera que se mantenga en aproximadamente una cuarta parte de los presupuestos totales destinados a TI, según las previsiones que maneja Spiceworks Ziff Davis.

Imagen inicial | Aekchai Pongvitayapanu