Con un consumidor cada día más digital, unos hábitos de compra cada vez más omnicanales y una tendencia hacia el comercio electrónico en alza, pensar en los servicios digitales e inteligentes es un paso cada día más normalizado en las empresas.
En 2023 una de cada dos organizaciones generará más del 40% de sus ingresos a partir de la venta de productos y servicios digitales, según datos de IDC España. Un porcentaje que da especial protagonismo al CIO en las medianas y grandes y empresas y, por supuesto, a los partners en pymes pero también en grandes cuentas. De hecho, más del 56% de la responsabilidad de negocio digital recaerá en el responsable tecnológico.
Pese a que la oportunidad parece que está servida en bandeja, pocas son las empresas que toman la delantera y aprovechan el negocio que ofrece los servicios digitales e inteligente. Según informe “Productos y servicios inteligentes: descubrir la oportunidad del negocio conectado” del Instituto de Investigación de Capgemini, solo el 23% de las empresas españolas ofrece actualmente servicios inteligentes. El porcentaje se queda muy por debajo del 35% a nivel mundial.
Sin embargo, las expectativas son favorables a corto y medio plazo. El 25% tiene previsto ofrecerlos en un plazo comprendido entre 1 y 3 años, y el 40% en un futuro próximo, de 3 a 5 años, lo que supone el 65% de las compañías españolas.
Además, el gran desafío al que se enfrentan las compañías es la ausencia de colaboración entre las diferentes funciones organizativas, lo que provoca que se esté frenando el camino hacia la transición inteligente: más de 7 de cada 10 organizaciones (75%) no coopera con los diferentes departamentos de su empresa (I+D, producción, ventas, etc) frente al 66% en el caso global.
ingresos para su organización.
“La adopción de una estrategia digital first es un imperativo de negocio. Los CIO deben abordar un proceso de transformación de modelo de TI con foco en la nube”, explica José Antonio, director de análisis y consultoría de IDC España.
En este terreno se debe pensar en servicios digitales que aporte un valor tanto de forma interna como externa. Internamente, para mejorar procesos y estableces nuevas vías de comunicación entre empleados o proveedores, entre otro asuntos. De puertas para fuera, las empresas deben mirar a la experiencia de cliente como eje de acción: buscar un ciclo comercial digital, conectado, pero también omnicanal y con servicios de valor añadido.