Hace tiempo que venimos viendo el acelerón de los marketplaces como espacios de venta online donde los consumidores se sienten cómodos y las marcas o retailers conseguen más visibilidad e incremento comercial. Una tendencia que se ha disparado en los último tiempos, incluso en el ámbito profesional.
El crecimiento del comercio electrónico sigue imparable y sus perspectivas siguen siendo muy halagüeñas de cara a los próximos años. El impulso de la digitalización, la propia pandemia y los cambios de hábitos han propiciado un caldo de cultivo idóneo para aupar las cifras de la venta por Internet.
En esta evolución y auge del comercio electrónico, los marketplaces han desempeñado un papel fundamental. De hecho, un reciente informe de Mirakl apunta que los marketplaces están creciendo el doble que el comercio electrónico por segundo año consecutivo. Su tasa de crecimiento fue durante 2021 del 25% frente al casi 12% que subió el comercio electrónico en España. En el caso de las ventas asociadas a B2B el incremento fue del 131%, alcanzando los 56.500 millones de dólares a nivel mundial.
Espacios para la visibilidad online
Los marketplaces han potenciado su presencia en los últimos años, especialmente en la pandemia con numerosas opciones, dentro del terreno tecnológico, donde elegir. Y es que el formato marketplaces en España cada vez gusta más a consumidores y retailers, en el caso del consumo, y a integradores o desarrolladores y empresas, en el plano más profesional.
Tanto es así que vendedores han encontrado en estas plataformas espacios perfectos para visibilizar su marca, aglutinar costes logísticos o de marketing y llegar a nuevos públicos a los no tendrían acceso en otras tesituras. Importantes ventajas para competir, sobre todo, para aquellos más especializados o pymes con menos recursos.
Además, los marketplaces cada vez son más frecuentes como espacios de colaboración en los ecosistema de los fabricantes. Microsoft, Wolters Kluwer o Sage cuentan con sus propias plataformas donde promueven soluciones de ISVs, integradores y otros partners de canal tecnológico que se basan en su tecnología. Lugares a los que poco a poco se van sumando nuevos actores especializados que les permiten ampliar su cobertura en verticales o micropymes concretas.
En este punto, lo importante ya no es solo estar en los marketplaces que como empresa tecnológica nos pueden interesar, sino además aprovechar las ventajas de estas plataformas para sobresalir e impulsar las ventas generales. No siempre es sencillo ya que la competencia es voraz, pero si existen herramientas como la buena gestión de pedidos o atención al cliente o las políticas de fidelización que permiten añadir un valor diferencial.
Sin embargo, la estrategia enfocada a la venta en marketplaces no debe ser la única aproximación comercial. Los vendedores, ya sean retailers, partners, integradores o ISV, deben entender que este es solo un canal más. El planteamiento debe ser mucho más ambicioso y cubrir diferentes enfoques para que pueda convertirse en un éxito.