Ante el creciente auge del almacenamiento en la nube, las empresas deben afrontar importantes desafíos a la hora de migrar sus bases de datos. Conocer los potenciales riesgos a los que se enfrentan puede ayudar a evitar muchos quebraderos de cabeza.
La pandemia obligó a muchas organizaciones a repensar sus operaciones de negocio, lo que contribuyó a pasar de un almacenamiento local a entornos basados en la nube. Esto está acelerando la adopción nuevas tecnologías y aumentando el uso de aplicaciones como las de Inteligencia Artificial (IA) y aprendizaje automático.
No obstante, si bien los datos y las arquitecturas basadas en la nube pueden ayudar a escalar un negocio y mejorar su eficiencia operativa, es necesario monitorizar algunos problemas que pueden darse durante el proceso de migración.
Primeros pasos para migrar a la nube
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la migración a la nube consiste en trasladar activos digitales, servicios y recursos de TI, total o parcialmente. Pero también puede consistir en pasar de un entorno de nube a otro, o combinar la disponibilidad de activos en la nube y en local adoptando un enfoque híbrido.
Para decidir el enfoque adecuado, es importante que las empresas estudien bien sus requisitos y sepan para qué van a utilizar la nube y hacia dónde quieren evolucionar su negocio con este enfoque.
Una vez dado este paso y realizada la migración, las empresas pueden disfrutar de importantes beneficios como en la reducción de costes, especialmente en las tarifas de propiedad y mantenimiento de la infraestructura local.
También conlleva beneficios potenciales ganando en la agilidad de las operaciones y en la innovación que pueden llevar a la reducción de costes. Asimismo, con una infraestructura en la nube, el trabajo remoto también se puede gestionar mejor gracias a la flexibilidad que permite, en parte, ayudado por una gestión de TI simplificada.
Migrar una base de datos a la nube puede parecer una ardua tarea y, en algunos casos, el desafío inicial radica en descubrir cuáles son esas las partes que pueden convertir esta migración en un fracaso.
Es clave disponer de datos de alta calidad en la nube para realizar pruebas en toda la aplicación
Así, el primer reto al que hay que hacer frente es tener en cuenta que la migración de la base de datos no es un algo que se realice de una sola vez. Mover la base de datos a la nube solo es relevante si también se migra la aplicación, lo que no es nada sencillo y puede llevar días, semanas, o incluso meses.
Durante este tiempo, los equipos deben asegurarse de que sus aplicaciones se ejecutan en la nube de forma manera efectiva minimizando las interrupciones durante la transición final.
Disponer de datos de alta calidad en la nube para poder realizar pruebas en toda la aplicación, el proceso de transición y la integración es clave para asegurar una migración de éxito.
No todas las bases de datos son iguales
Las cuestiones relacionadas con la seguridad con otra de las principales barreras a sortear a la hora de migrar bases de datos a la nube.
Los datos se han convertido en el activo más valioso e importante para todas las organizaciones y, por lo tanto, su protección es fundamental para el éxito y el crecimiento futuro del negocio. Por eso es clave trabajar en la protección de datos para garantizar su reputación, su marca y, por extensión, la seguridad de toda la empresa.
Lo que debe permanecer en local es solo lo restringido por limitaciones de latencia o regulaciones
Por otra parte, hay que tener en cuenta que, cuando se migra una base de datos, es importante usar herramientas como SQL Server Query Store para monitorizar, evaluar y comprender los datos de referencia como, por ejemplo, el rendimiento transaccional y los picos de actividad diaria, semanal o mensual.
Estas métricas ayudarán a las organizaciones a determinar si deben pasar de las bases de datos PaaS independientes a grupos de bases de datos PaaS Elastic.
En este sentido, también es clave tener en cuenta que no todas las bases de datos deben ir estar en la nube.
Una vez identificado un proveedor de nube que garantice el nivel de seguridad, cumplimiento, rendimiento y disponibilidad que requiere el negocio, lo que debe permanecer en local es solo lo que está restringido por limitaciones de latencia residual o regulaciones extremadamente estrictas.
La migración a la nube puede conllevar más o menos dificultades pero, teniendo en cuenta estas consideraciones, los beneficios de dar el salto al mundo cloud pueden ser múltiples.
Imagen inicial | Wolf Zimmermann