Poco a poco y con mucho sigilo, la impresión 3D sigue ganando adeptos en el plano profesional gracias a la entrada de nuevos fabricantes, la consolidación de referencias y, en definitiva, la mejora tecnológica de un nicho con casos de uso muy concretos.
El mercado de la impresión 3D generó en 2021 en todo el mundo 15.100 millones de dólares. Cuando acabe este año el volumen podría alcanzar los 18.330 millones de dólares y continuar creciendo a un ritmo del 24,3% hasta 2029 cuando alcanzaría los 83.900 millones de dólares. Datos que si bien están lejos de ser otros nichos, representan una buena oportunidad en sectores concretos como el diseño, la ciencia o la industria.
En este sentido, y con las búsquedas de Google del último año en la mano, hemos querido apuntar a las preguntas más frecuentes que se tienen sobre impresión 3D. Vamos con ellas:
¿Qué es la impresión 3D?
Una pregunta más que lógica, sobre todo, si viene de usuarios interesados pero poco expertos en la materia.
En este sentido, la impresión 3D se podría definir como un tipo de fabricación por adicción donde se generan productos en tres dimensiones gracias a la superposición de diferentes capas de manera sucesiva.
¿Cuánto cuesta una impresora 3D?
Una cuestión más complicada de contestar, pero que abre las puertas a uno de los grandes negocios de este sector: la venta de dispositivos para la impresión 3D.
Con el avance y maduración del sector, en el mercado nos podemos encontrar con una gran variedad de modelos. Desde los más sencillos que podemos encontrar por poco más de 100 euros hasta los más avanzados y pensado para usos muy determinados que pueden alcanzar más de 4.000 euros.
Así, el abanico es muy amplio, tanto como los fabricantes que apuestan por este nicho. Desde HP o Google como referencias más conocidas hasta marcas menos conocidas por el público general como Anycubic, Creality o Artillery, entre otros.
¿Cómo trabaja una impresora 3D?
Siendo un nicho tan especializado es normal que muchos usuarios se pregunten con qué tecnología y característica trabaja un dispositivo de este tipo.
Aquí nos encontramos con diferentes técnicas que se pueden utilizar en la impresión 3D. Estas son las más cómunes:
- Extrusión: se utiliza la tecnología de Modelado por deposición fundida (en inglés, FDM / FFF) con filamentos previamente extruidos.
- Hilado: se utiliza la tecnología de Fabricación por haz de electrones
- Granulado: se pueden usar con diferentes tecnologías como el sinterizado directo de metal por láser, fusión por haz de electrones o sinterizado selectivo por láser o calor.
- Laminado: básicamente se lamina por capas.
- Fotoquímicos: se puede usar la estereolitografía, utilizando resinas líquidas fotopoliméricas, o la fotopolimerización por luz ultravioleta, una reacción de polimerización inducida por luz.
Algunos fabricantes utilizan varias técnicas al mismo tiempo en sus dispositivos para poder aprovechar los beneficios de cada una de ellas.
¿Qué es el PLA?
Aunque existe una gran variedad de materiales plásticos que se pueden usar dependiendo la técnica y las propiedades que se quieran conseguir, es el PLA o ácido poliláctico es el más común. es por ello que puede ser una pregunta muy común.
Su origen se encuentra en materias primas como el almidón de maíz, las raíces de tapioca o la caña de azúcar. De estas féculas y alimentos se obtiene un plástico ecológico y renovable que, permite combinar una alta velocidad en la impresión con unos bordes finos.
Cabe destacar además que el PLA es un filamento más respetuoso con el medio ambiente ya que no requiere de recursos finitos como el petróleo.
¿Qué se necesita para una impresión 3D?
La impresión 3D, al igual que una impresión convencional, necesita de dos elementos claves. Por un lado, el dispositivo como tal para imprimir y por otro, el consumible que en este caso sería el PLA, el ABS, el PET o cualquier otro plástico que sea apto para este uso.
A partir de ahí quizás lo más complejo es contar con una solución de diseño de prototipos. Aunque en el mercado hay muchas opciones para probar para el consumo, lo realmente valioso y costoso es generar tus propios diseños para fines concretos como conseguir crear una pieza industrial de prueba o una prótesis, por ejemplo.
¿Cómo diseñar en impresión 3D?
Y aquí llega el kit de la cuestión y quizás la parte más compleja de este nicho. Aunque, como decíamos, los fabricantes han avanzado mucho en este punto creando soluciones más o menos sencillas para un uso general, lo cierto es que el diseño 3D requiere de unas habilidades y un control muy especializado.
Entre los programas para impresión 3D más conocidos están AutoCAD, Fusion 360, SketchUp, Meshmixer o Vectary. Muchos de ellos cuentan con versiones gratuitas o directamente se ofrecen sin coste, pero la gran mayoría para sacarle el máximo rendimiento tendremos que tener una licencia de pago.