Los analistas siguen sin ver luz al final del túnel en la crisis por la escasez de chips. La desaceleración económica y la guerra en Ucrania añaden nuevas presiones ante la falta de suministro de piezas imprescindibles para muchas industrias.
Hace unos meses, los más optimistas apuntaban que el segundo semestre de 2022 marcaría el inicio de la recuperación de la crisis derivada de la escasez de chips. Todo con la mirada puesta en 2023 como el año de la verdadera recuperación.
Sin embargo, la realidad parece que será bien distinta. Según apuntaba recientemente el director de investigación de IDC para Asia Pacífico, Vinay Gupta, la oferta de semiconductores no parece que vaya a aumentar de manera inmediata.
«La necesidad de muchas materias primas y gases que se requieren para su producción siguen teniendo importantes problemas de disponibilidad, algo a lo que está contribuyendo los problemas en la cadena de suministro por la guerra en Ucrania.»
No en vano, Rusia y Ucrania son los mayores los mayores exportadores de criptón, un gas utilizado en la producción de chips. También el neón es fundamental para el proceso de fabricación de chips y se usa para láseres en máquinas que tallan patrones en pequeñas piezas de silicio fabricadas por empresas como Samsung, Intel y TSMC.
Más de la mitad de la producción de neón del mundo está en manos de un puñado de empresas en Ucrania por lo que, teniendo en cuenta la situación del país, complica su disponibilidad.
Junto a estos problemas, las interrupciones en la cadena de suministro y el aumento de los costes conllevarán un aumento en el precio medio de venta de los dispositivos, y los proveedores de infraestructura lo transferirán a los clientes, según las previsiones de IDC.
Nuevos obstáculos para salir de la escasez de chips
Pero estos no son los únicos obstáculos que debe sortear la escasez de chips en todo el mundo. A estos problemas se le suma ahora el aumento de la inflación y las expectativas de un mayor ajuste monetario, lo que ya está provocando una «desaceleración impulsada por el consumidor», según Gupta.
Para el analista, el gasto TI, especialmente por parte del consumidor, muestra signos de recesión. Y es que, si bien la inversión en TI empresarial, que incluye servicios de software, nube y servicios de TI, aún se mantiene, la inflación ha llevado a las empresas a proteger sus presupuestos de TI en este momento.
Sin embargo, los consumidores son más cautos y están reduciendo sus inversiones. Algunos analistas se muestran más optimistas y esperan que esta sea una desaceleración superficial y el impacto se reducirá gracias a las medidas de los gobiernos para equilibrar el aumento de la inflación y los tipos de interés.
El descenso de la demanda, unido al aumento de la producción puede generar un exceso de stock
Además, fabricantes como el taiwanés TSMC alerta de que este descenso de la demanda, unido al aumento de la producción podría derivar un exceso de stock. Según Reuters, los proveedores acumularon chips durante la pandemia lo que, unido a que la demanda para móviles PC ha caído, esto llevará a que, según las previsiones de Nikkei Asia este exceso de stock podría llegar en la primera mitad del próximo 2023.
No obstante, este exceso no se dará en chips de última generación ni en los que suelen utilizarse en la industria automovilística.
Fabricantes como Samsung ya han pedido a sus proveedores que paren los envíos de componentes mientras repasan la cantidad de chips que tienen disponibles.
Eso sí, la consecuencia más inmediata que se espera es una bajada de precios que el consumidor agradecerá.
Pero no todas las consecuencias serán igual de positivas. Recientemente Bloomberg se hacía eco de los planes de Apple para reducir las contrataciones y gastos de cara al próximo año para hacer frente a una posible recesión. Unas medidas que podrían verse en otras compañías de sector tecnológico a finales de este año o principios de 2023 si la situación no mejora.
Y es que, como destacan desde IDC, tras los proyectos de transformación digital puestos en marcha debido a las necesidades surgidas en la pandemia, empiezan a verse algunas presiones sigue este escenario económico y geopolítico a nivel mundial.
Imagen inicial | Chris Ried
