Si los servicios tecnológicos son la cerradura que debe poner cualquier MSP en su catálogo empresarial, la automatización TI es la llave con la que pueden aumentar la rentabilidad. Apoyarse en la tecnología no solo debe una estrategia comercial, sino también una forma de conseguir que esas ventas sean más eficientes tanto para el proveedor como para el cliente.
La automatización TI es parte de la estrategia de automatizar los procesos que persiguen cada vez más las empresas. Supone aplicar la tecnología para aquellas tareas más repetitivas y constante que pueden ser gestionadas por una máquina y tan solo necesitan la supervisión de un humano. Un valor que se puede aplicar al día a día de los proveedores de servicios gestionados y su despliegue y desarrollos.
El negocio de la automatización TI es tal que Gartner ya preveía que durante este 2022 se generará un volumen de 600.000 millones de dólares. Desde IDC, incluso van más lejos, pronosticando que el próximo año el 45% de las tareas repetitivas se automatizarán con trabajadores digitales. Lo que llevará a los empleados a comunicarse más con asistentes virtuales, el 50% lo hará en 2022, o tomar decisiones basadas en analítica de datos gestionadas por la IA.
Aunque la automatización TI es una solución para amortizar servicios tecnológicos y mejorar la rentabilidad de los mismos, en este punto no vale todo. De hecho, según una encuesta de ThreatQuotient, el 41% de los CISO no confía en los resultados que obtendrán con estos procesos.
Por todo ello, los MSP debe entender qué procesos y tareas pueden llevarse de forma automática y cuáles deben ser gestionadas de forma personalizada. En este sentido, es fácil pensar en una cadena de montaje o logística, o la analítica de datos o el marketing como áreas proclives a ser automatizadas, pero siempre teniendo en cuenta las casuísticas especiales de cada caso.
Dentro de los campos tecnológicos donde más maduros están los proveedores de servicios, la ciberseguridad se alza como uno de los ganadores. En este sentido, los proveedores de seguridad gestionada o MSSP se vuelven los candidatos perfecto para llevar la protección a las empresas, sobre todo, a aquellas pymes con menos recursos y personal cualificado.
La automatización en ciberseguridad es además una de las demandas más en boga por parte de las empresas. Organizaciones que quieren aprovechar la tecnología para gestionar tareas, visibilizar brechas o realizar control de accesos y privilegios.
Con la seguridad gestionada en auge, las soluciones de detección y respuesta, conocidas como MDR, se han convertido en una herramienta fundamental para los MSP. Gartner, de hecho, confirma este crecimiento que de 2020 a 2021 fue de un 50%, copando el 9,8% de los servicios de seguridad gestionada que se ofrecen. Unas soluciones que aumentan la rentabilidad de los partners de forma exponencial.
Por un lado, consiguiendo que el número de usuarios atendidos crece exponencialmente: con herramientas automatizadas de forma limitada se puede alcanzar hasta 7.000 usuarios analizados. Si esa solución se automatiza de forma avanzada el ratio puede elevarse hasta 100.000.
Por otro, también se pueden mejorar los márgenes de beneficio en el servicio ofertado por los MSP. En los ejemplos dados por Gartner se ve cómo una solución MDR hiperautomatizada puede conseguir hasta un 70% de beneficio frente a un 30% del coste. En un caso más tradicional y limitado de automatización el porcentaje prácticamente se intercambia: un 25% de rentabilidad y un 75% de coste.
Y es que las herramientas para detectar posibles brechas de seguridad o ataques son indispensables, pero aún más valiosas con una capa tecnológica de automatización. Tanto es así que el mercado ha seguido evolucionando hacia los XDR, es decir, las soluciones con automatización avanzada para detectar y dar respuesta a las amenazas. Un terreno que, aunque todavía es muy incipiente, supone el futuro de la gestión automatizada en ciberseguridad y una oportunidad clave para estas figuras.