El auge que experimentó el comercio electrónico durante la pandemia empieza a mostrar signos de desaceleración. Amazon ya está moviendo ficha para compensar esta caída de las ventas alquilando parte de sus almacenes.
Los expertos apuntan que estamos a las puertas de un gran retroceso de las ventas online después de dos años de fuerte crecimiento. En la era de la pospandemia, el comercio físico vuelve a recuperar músculo y eso ya se está reflejando en una caída del comercio electrónico.
Aunque sin datos oficiales, el Shopping Index de Salesforce, analiza las tendencias de compra del mercado a partir de mil millones de consumidores en todo el mundo, apunta que el comercio electrónico ha experimentado una desaceleración global del 3%.
En España, el primer trimestre no ha sido tan negativo, con un crecimiento del 6%, si bien se trata de una cifra claramente inferior al 15% experimentado en el mismo período del año pasado.
Los resultados de Amazon durante el primer trimestre de este 2022 se han tomado por muchos como el indicador del final del boom del comercio electrónico. Los ingresos del principal marketplace mundial experimentaron un crecimiento de un crecimiento del 7%, una cifra muy inferior al 44% durante el mismo trimestre del pasado año.
Para compensar algunas de esas pérdidas, la compañía ya ha emprendido diversas acciones. Por ejemplo, a principios de año impuso un recargo del 5% para algunos de sus vendedores en Estados Unidos, además de subir en 20 euros la suscripción a Prime en el país hasta los 139 dólares.
Junto a esto, también ha paralizado la construcción de almacenes con una superficie de más de 9 millones de metros cuadrados. Y ahora da un paso más: Amazon negocia alquilar espacios infrautilizados en sus almacenes.
Después de dos años de expansión de su red de distribución, duplicando el espacio de almacenamiento, la compañía ha reconocido que cuenta con superficies infrautilizadas y no consigue rentabilizar algunas de estas inversiones.
Aunque los analistas de Morgan Stanley y Wells Fargo apuntan que se producirá un aumento de las ventas que solucionará este ‘exceso de capacidad’ de la compañía a finales de año, lo cierto es que, hoy por hoy, la firma apuesta por buscar una mayor rentabilidad apostando por el alquiler de sus almacenes.
Una decisión que, por el momento, afecta a sus instalaciones ubicadas en Nueva York, Nueva Jersey, Georgia y California. Con ello busca compensar la situación que vive la división de comercio electrónico en Norteamérica donde los márgenes son negativos desde finales del pasado año.
Una situación que la compañía atribuye al incremento de los costes, pero también a la pérdida de productividad y a la inflación. En consecuencia, el primer trimestre de 2022 se ha saldado con unas pérdidas de 5.600 millones de euros.
Amazon no se pronuncia sobre la posibilidad de alquilar sus almacenes en otros países
Por el momento la compañía no ha querido pronunciarse respecto a la posibilidad de alquilar sus almacenes en otros países como España, donde también ha ampliado notablemente sus capacidades logísticas en los últimos años.
No obstante, la situación en el mercado español dista de las pérdidas en el mercado norteamericano, pese a estar reduciendo sus beneficios debido a la contracción del comercio electrónico.
Amazon cuenta en nuestro país con una veintena de almacenes repartidos por toda la geografía española y, entre sus planes, esperaba abrir nuevos espacios en Siero (Asturias), Barcelona, Madrid, Murcia, Sevilla, Valladolid y Zaragoza, algunos de ellos para reforzar sus operaciones de última milla.
Pese a su amplia red de distribución y ante las perspectivas de las ventas online, queda en el aire si Amazon mantendrá sus planes para seguir ampliando sus almacenes en el mercado español.
Imagen inicial | Adrian Sulyok